La lucha de Marduk con Tiamat y los conflictos de Yahvé con figuras mitológicas en relación al orden cósmico como expresión de la fuerza de Dios
Notas sobre el pensamiento simbólico
Andrés Salvador
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La destrucción de Leviatán Gustave Doré (s. XIX) http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Destruction_of_Leviathan.png Ultima visita: 05/01/2010 |
1. Introducción
En este trabajo nos proponemos examinar la lucha de Marduk con Tiamat y los conflictos de Yahvé con figuras mitológicas en relación al orden cósmico como expresión de la fuerza de Dios por su interés en punto al estudio de la Teoría del Derecho del Mas Fuerte.
2. Antecedentes
La lucha de Marduk con Tiamat en el relato babilonio de la creación. En el relato babilonio de la creación (Lara Peinado, 1994; Salvador, 1996) se cuenta que de la primera pareja divina Apsu y Tiamat, surgirán con el tiempo varias generaciones de Dioses, los que turban el reposo de Apsu, por lo que este decide destruirlos.
Aunque Tiamat se opone, Apsu no se deja convencer, y cuando los jóvenes dioses conocen su decisión quedan consternados. Solo uno de ellos Ea o Enki permanece imperturbable y mediante un encantamiento sumerge a Apsu en el sueño de la muerte.
Mas tarde, Tiamat, será molestada en su oleaje por Marduk, hijo de Ea, que jugaba con unos vientos creados por Anu, por lo que reacciona formando para luchar contra Anu y otras divinidades, fuerzas a cuyo frente coloca a Kingu.
Enterado Ea, informa a su padre Anshar lo que Tiamat había tramado. Anshar propone como solución enviar a Ea contra Tiamat recordándole su victoria sobre Apsu y Mummu, aconsejándole utilice los mismos medios, pero la palabra de Ea por poderosa que sea no puede enfrentar a Tiamat y a sus huestes, por lo que Anshar pide a Anu venga en su ayuda ya que cuenta con una autoridad mayor que la de Ea y que esta dada por el mandato de todos los dioses respaldada por su autoridad conjugada.
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Marduk and his snake dragon J. Black & A. Green, Gods, demons and symbols of ancient Mesopotamia,1992 http://www.livius.org/es-ez/etemenanki/etemenanki.html Ultima visita: 21/04/2011 |
Anu no tiene éxito y ante el peligro que los dioses enfrentan, Anshar propone a la asamblea que el hijo de Ea, Marduk “cuya fuerza es grande” sea quien defienda a los dioses; puesto en conocimiento de ello Marduk acepta la proposición.
Los dioses celebran un banquete donde confieren a Marduk una autoridad igual a la de los dioses supremos, otorgándole un sitio de honor para después conferirle los nuevos poderes.
Marduk es proclamado rey por la asamblea de los dioses. Tras probar los mismos y darle la insignias reales lo arman para la batalla. Marduk rodeado de su ejercito formado por los dioses, se dirigirá a combatir a Tiamat, al verlo aproximarse, tanto Kingu como el ejercito enemigo pierden valor y son presa de gran confusión.
Tiamat desafiara a Marduk, decidiéndose la batalla mediante un combate singular entre ambos en la que Tiamat es muerta. Aterrorizados los dioses que marcharon junto a Tiamat huyen, pero son capturados, entre ellos Kingu.
El Triunfo de Marduk sobre Tiamat y su partida es el preludio para el proceso de la creación [Recordemos que en el relato babilónico los elementos constitutivos del mundo se identifican con los dioses, y se forma a partir de una serie de asesinatos creadores que abre el asesinato de Apsu]:
El señor pisó sobre las piernas de Tiamat,
con su cruel maza aplasto su cráneo.
Cuando hubo separado las arterias de su sangre
el Viento Norte la llevo a lugares desconocidos.
Viendo esto sus mayores se llenaron de alegría y jubilo,
trajeron dones de homenaje, se los trajeron a él.
Entonces el señor se detuvo a mirar su [de Tiamat] cuerpo
muerto,
para poder dividir al monstruo y realizar obras llenas de ingenio.
La dividió, como una ostra, en dos parte:
levantó la mitad y la abovedo como cielo,
tiró el barrote y apostó guardianes.
Les ordeno no dejaran salir el agua.
Atravesó los cielos y examino las regiones.
Midió el distrito de Apsu, la morada de Nudimmud,
después de haber medido las dimensiones de Apsu.
Hizo ocupar sus ligares a Anu, Enlil y Ea.
Construyó mansiones para los grandes dioses,
fijando sus semejanzas astrales como constelaciones.
Determinó el año designando las zona:
Puso tres constelaciones para cada uno de los doce meses.
En su vientre colocó el cenit.
Hizo que la luna alumbrara y le confío la noche.
Le asigno una criatura de la noche para simbolizar los días.
Cuando Marduk oye las palabras de los dioses,
su corazón le impulsa a formar obras ingeniosas.
Abriendo su boca, se dirigió a Ea
para comunicar el plan que ha concebido en su corazón:
“Amasaré sangre y haré que sea un esqueleto.
Crearé un salvaje, ‘hombre’ será su nombre.
En verdad creare un hombre salvaje.
Se le impondrá el servicio de los dioses,
para que ellos gocen de bien estar ...
(Pritchard, 1976: 227-228)
Marduk, aceptando una sugestión de Ea, su padre, convoca a los dioses a asamblea a la que, una vez reunida, pregunta [la asamblea se convierte en tribunal] quien fué el responsable de la agresión, quien incito a Tiamat. Los dioses responden:
“Fue Kingu quien ideó la rebelión,
y convirtió en rebelde a Tiamat y libro batalla.”
Lo ataron y retuvieron ante Ea.
Le obligaron a aceptar su crimen y separaron sus vasos de
sangre.
De su sangre formaron al hombre.
Le impusieron el servicio y dejaron libres a los dioses.
Después que el sabio Ea creó al hombre,
le obligo al servicio de los dioses.
Esta obra va mas allá de la inteligencia,
como ingeniosamente fue planeada por Marduk, Nudimmud] la creó ...
(Pritchard, 1976: 228)
Después Marduk agrupo a los dioses y los puso a la disposición de Anu. Agradecidos por todo lo que Marduk ha hecho, los dioses construyen la ciudad de Babilonia, inclusive Esagila, el gran ziggurat (o templo escalonado) que era el hogar de Marduk y el centro de la religión babilónica. El templo tiene trono y dosel para cada uno de los dioses que usaran cuando se reúna la asamblea, la primera de las cuales se efectúa en ocasión de la dedicación del templo. Empiezan, como de costumbre por un banquete.
Escribe Thorkild Jacobsen: “Luego, discuten y toman decisiones acerca de los asuntos de estado y, después de ponerse de acuerdo en los negocios de interés común, Anu se levanta para confirmar la majestad de Marduk. Determina la situación eterna que le corresponde al arma de Marduk, o sea, el arco; en seguida, hace lo mismo en cuanto al trono; y, finalmente, exhorta a la asamblea de los dioses para que confirmen su acuerdo y determinen la situación del propio Marduk y sus funciones en el universo, para ello hace mención de sus cincuenta nombres, que expresan con detalle los distintos aspectos de su ser y definen sus facultades. El poema concluye con esta enumeración.” (AA.VV., 1993: 241).
3. Desarrollo
Referencias en la Biblia a conflictos entre Yahvé y figuras mitológicas. Recuerda James B. Pritchard que dos decenios después que George Smith anunciara en 1875 el descubrimiento de fragmentos del relato babilonio de la Creación, Herman Gunkel en su libro Schöpfung und Chaos [Creación y caos], señaló que en la Biblia se encuentran referencias dispersas sobre conflictos entre Yahvé y figuras mitológicas que llevan el nombre de Ráhab, Leviatán, el dragón y la serpiente (Pritchard, 1976: 226). Así leemos:
Job 9, 13:
13 Dios no retira su furor,/ bajo El se
inclinan los satélites de Ráhab.
Job 26, 12-13:
12 Con su poder arranca el mar,/ con
su inteligencia quebranta a Rahab.
mano traspasa a la Serpiente Huidiza.
Salmo 74 (73), 13-14:
13 Tú hendiste el mar con tu potencia,
quebraste las cabezas
de los monstruos en las aguas;
14 Tú las cabezas de Leviatán despedazaste,
para hacer de ellas pasto
de los monstruos del mar;
Salmo 89 (88), 11:
11 Tú hendiste a Rahab, atravesando,
a tus enemigos dispersaste
con tu potente brazo.
Isaias 51,9:
9 ¡Despierta, despierta; vístete de
fuerza, brazo de Yavé;/ despierta
como antaño/ en los días de las gene-
raciones antiguas!/ ¿No eres tú el que
hindió a Rahab,/ y traspaso al Dragón?
Paralelo y diferencias entre la lucha de Marduk con Tiamat y las referencias bíblicas sobre conflictos entre Yahvé y figuras mitológicas. Se señala un paralelo entre la lucha de Marduk con Tiamat y las referencias que se encuentran en la Biblia sobre conflictos entre Yahvé y figuras mitológicas; por ejemplo los “ayudantes de Rahab” mencionados en Job 9, 13 que recuerdan a los “ayudantes” de Tiamat (Pritchard, 1976: 226).
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Leviatán en el fresco El juicio universal Giacomo Rossignolo (s. XVI) Madonna dei Boschi, Boves (CN), Italia http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Leviatan.jpg Ultima visita: 10/01/2011 |
Sin embargo las diferencias entre ambos relatos son fundamentales debiendo atenderse en relación a ellas particularmente a la diferente posición de la divinidad respecto del escenario de la naturaleza.
Como señalamos en otros trabajos, para la cultura pagana y precristiana antigua de Oriente y de Occidente que no concibe nada fuera del mundo material [que no se confunde con el mundo sensible porque es mas amplio puesto que en el convivían hombres y dioses, animales, plantas y demonios] la naturaleza es el escenario en el que se construye la experiencia de lo real.
En la narración babilónica de la creación, hay una historia divina acaecida en el tiempo, anterior al comienzo del tiempo cósmico y humano, es decir del tiempo del universo tal como lo conocerán los hombres, y que se sitúa (la historia divina) en el plano del mito.
En el relato babilónico, los elementos constitutivos del mundo se identifican con los dioses, lo que pone de manifiesto no solo el carácter material del horizonte del escenario que supone el relato, sino además que los dioses no trascienden el escenario de la naturaleza. De hecho, el mundo se forma a partir de los dioses como resultado de una serie de asesinatos creadores. A consecuencia de ello, el mundo participa de una doble naturaleza; una materia ambivalente, cuando no demoniaca, y una forma divina, pues es obra de Marduk .
Por su parte el escenario de la tradición judeocristiana concibe al mundo material solo como una parte de todo y agrega a la naturaleza un orden trascendente, externo e inefable. Al contrario de lo que ocurre en el escenario propio de las culturas paganas, en el relato bíblico estamos ante un dios que se encuentra fuera del escenario de la naturaleza. En el relato bíblico de la creación, que se encuentra en el libro de Génesis, el acto creador de Dios marca un comienzo absoluto, es este el que inaugura el tiempo.
La creación no sigue a un conflicto o lucha sino que es acción espontanea de un dios todopoderoso, distinto del mundo. En la lograda expresión de Colomban Lesquivit y Pierre Grelot entre Dios y el Mundo hay un abismo que expresa el verbo crear (Gén 1.1).
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Creación del Sol y la Luna Michelangelo Buonarroti (s. XVI) http://fr.wikipedia.org/wiki/Fichier:Sun_and_Moon_creation.jpg Ultima visita: 01/07/2011 |
Así el viento solo es un signo que permite representar simbólicamente la presencia de un Dios distinto de el. Asimismo en el relato bíblico no hay ningún elemento “pesimista” en la cosmogonía o antropogonia, el mundo es bueno y el hombre es una imago dei; habita, como su creador y modelo, el paraíso (Salvador, 1996; Salvador, 2001).
Diferente relación entre la fuerza y el orden cósmico en los relatos babilonio y bíblico de la creación. Otra diferencia entre los relatos babilonio y bíblico de la creación está dada por la diferente relación entre la fuerza de la divinidad y el orden cósmico en ambos relatos. Así:
a. Para el mesopotamio, el orden cósmico no se presentaba como algo dado, sino como algo realizado a través de la integración ininterrumpida de multitud de voluntades cósmicas individuales, todas ellas igualmente poderosas y terribles (AAVV., 1993: 170). Marduk es proclamado rey por la asamblea de dioses, en él se combina la autoridad y el poder de coacción; dirige el consejo en la paz y el ejercito en época de guerra, teniendo el poder de castigar a los perversos (AA.VV., 1993: 235).
Si examinamos los rasgos de la jefatura de Marduk en relación a los rasgos de las jefaturas en la ΖΥΜΜΑΧΙΑ de los Aqueos de la Iliáda, particularmente en el modo en que el anax andros funda su hegemonía y sostiene su prerrogativa de dirección (Meabe, 1999a: 1-224), advertiremos que la asamblea de los dioses en el relato babilónico cumple un papel isomorfo al de la asamblea de los aqueos en cuanto que base del poder de dominio de Agamenón (Meabe, 1999b: 1-215).
b. En el relato bíblico, la creación no sigue a una hazaña espectacular como el combate librado entre Marduk y Tiamat (Eliade, 1978: 181) y como indica Pritchard las referencias mitológicas paganas a un conflicto o lucha, han sido escrupulosamente evitadas por el autor del relato bíblico de la Creación en el capitulo primero del Génesis (Pritchard, 1976: 226-227).
Por el contrario, el orden cósmico es expresión del solo poder de un Dios único y creador, es decir no hay un tiempo primordial en que se desarrolla una historia divina ni otro dios que se le oponga o de cuyo concurso requiera para crear, de modo que el poder de dominio de Dios no se asienta en alguien distinto de El. En este contexto, las grandes imágenes del combate cósmico, en el que Dios afronta las fuerzas del caos (Sal 74,13s; 89,11) no evocan su propia historia, sino la del mundo que el pone en orden (Leon-Dufour,: 889). Las referencias sobre los conflictos entre Yahvé y otras figuras mitológicas que hemos referido muestran con claridad que para sus autores Dios es el mas fuerte.
4. Conclusiones
Podemos concluir que:
1. En la Biblia se encuentran referencias dispersas sobre conflictos entre Yahvé y figuras mitológicas que llevan el nombre de Ráhab, Leviatán, el dragón y la serpiente.
2. Se señala un paralelo entre la lucha de Marduk con Tiamat y las referencias que se encuentran en la Biblia sobre conflictos entre Yahvé y figuras mitológicas, sin embargo las diferencias entre ambos relatos son fundamentales debiendo atenderse en relación a ellas particularmente a la diferente posición de la divinidad respecto del escenario de la naturaleza.
3. Otra diferencia entre los relatos babilonio y bíblico de la creación está dada por la diferente relación entre la fuerza de la divinidad y el orden cósmico en ambos relatos. Así, para el mesopotamio, el orden cósmico no se presentaba como algo dado, sino como algo realizado a través de la integración ininterrumpida de multitud de voluntades cósmicas individuales, todas ellas igualmente poderosas y terrible. Por el contrario, en el relato bíblico, la creación, el orden cósmico es expresión del solo poder de un Dios único y creador.
4. En este contexto, las grandes imágenes del combate cósmico, en el que Dios afronta las fuerzas del caos no evocan su propia historia, sino la del mundo que el pone en orden. Las referencias sobre los conflictos entre Yahvé y otras figuras mitológicas muestran con claridad que para sus autores Dios es el mas fuerte.
5. Bibliografía
AAVV 1993:
El Pensamiento Prefilosófico. I. Egipto y Mesopotamia.
México, ed. Fondo de Cultura Económica, trad. cast. de Eli de Gortari, 1993.
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México, ed. Fondo de Cultura Económica, trad. cast. de Eli de Gortari, 1993.
Eliade, Mircea 1978:
Historia de las creencias y de las ideas religiosas. I. De la prehistoria a los
Historia de las creencias y de las ideas religiosas. I. De la prehistoria a los
misterios de Eleusis.
Madrid, ed. Cristiandad, trad. cast. de J. Valiente Malla, 1978.
Lara Peinado, Federico 1994:
Enuma Elish.
Enuma Elish.
Madrid, ed. Trotta, 1994.
Leon-Dufour, X. 1990:
Vocabulario de Teología Bíblica.
Barcelona, ed. Editorial Herder, trad. cast. de Alejandro Esteban Lator Ros, 1990.
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Barcelona, ed. Editorial Herder, trad. cast. de Alejandro Esteban Lator Ros, 1990.
Meabe, Joaquín E. 1999a:
Rasgos de las jefaturas en la symmakhía de los Aqueos dela Ilíada.
Rasgos de las jefaturas en la symmakhía de los Aqueos de
Corrientes, Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, Eudene, V. I, pp.224-226, 1999.
Meabe, Joaquín E. 1999b:
El contencioso entre Agamenón, Crises y Aquiles.
Corrientes, Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, Eudene, V. I, pp.213-216, 1999.
El contencioso entre Agamenón, Crises y Aquiles.
Corrientes, Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, Eudene, V. I, pp.213-216, 1999.
Pritchard, James B. 1976:
La Arqueología y el Antiguo Testamento.
Buenos Aires, ed. EUDEBA, trad. cast. de Guillermo Koehle, 1976.
Salvador, Andres 1996:
Sobre la posición de los dioses y de dios respecto del escenario de la naturaleza en los relatos babilónico y bíblico de la creación con una referencia a la fe y a la ley en el escenario bíblico.
Sobre la posición de los dioses y de dios respecto del escenario de la naturaleza en los relatos babilónico y bíblico de la creación con una referencia a la fe y a la ley en el escenario bíblico.
Corrientes, ITGD, 1996.
Corrientes, ITGD, 2001.