junio 01, 2009

NOTAS SOBRE LOS SÍMBOLOS DEL POLO PASIVO DE LA EXISTENCIA

NOTAS SOBRE LOS SÍMBOLOS DEL POLO PASIVO DE LA EXISTENCIA
EN EL ESQUEMA ARCAICO DEL UNIVERSO
Notas sobre el pensamiento simbólico 

Salvador, Andrés Raúl Oscar


                   A Maria del Pilar Serrano

“Tierra, divina diosa, Madre Naturaleza, que engendraste todas las cosas y das a luz siempre de nuevo el sol que has donado a las naciones; guardiana del cielo y del mar, y de todos los dioses y potencias; por tu influencia toda la naturaleza se apacigua y se hecha a dormir. (...) De nuevo, cuando te place, envías la alegre luz del día y alimentas la vida con tu eterna seguridad; y cuando el alma del hombre se va, vuelve a ti. En verdad te llaman justamente Gran Madre de los Dioses; la Victoria está en tu nombre divino. Tú eres la fuente de la fuerza de los pueblos y los dioses; sin ti nada puede nacer ni hacerse perfecto; eres poderosa, Reina de los Dioses. Diosa, te adoro como divina, invoco tu nombre; dígnate concederme lo que te pido, así podré dar gracias a tu divinidad con la fe que te es debida...” 

Invocación a la Diosa Madre Tierra de un herbario inglés del siglo XII, citado por Robert Graves en La Diosa Blanca [Rodríguez, 1999: 243].



Nature and Her Followers or Nature Adorning the Three Graces
Peter Paul Rubens - Jan Brueghel the Elder (s.XVII)
La estatua en el centro representa a la Gran Madre o Madre Tierra
http://en.wikipedia.org/wiki/Mother_goddess
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1. Introducción

El propósito de este trabajo es el de reunir alguna observaciones sobre los símbolos del polo pasivo de la existencia en  el esquema arcaico del universo, con particular atención a la mujer considerada como figura de la materia prima y de la Naturaleza.

2. Antecedentes

El origen de las cosas visibles en las sociedades tradicionales. Explica Jacques Huynen que:

“en la mayoría de los antiguos relatos sagrados de la Humanidad, todo en el universo nacía siempre del encuentro y la síntesis de un principio masculino y un principio femenino. Así, la Tierra, virgen en su origen, fue fecundada por los rayos del sol, y es gracias a esta acción bienhechora que pudo dar vida a todo lo que existe, la Naturaleza y la Humanidad. Desde entonces, sin caer no obstante en un politeísmo primitivo, los antiguos hicieron de la tierra, de la Diosa-Tierra, la representación simbólica del gran principio femenino de todas las cosas, y del Sol, la del principio  masculino por excelencia [...] Éste es el motivo por el que hemos notado, sin comprender siempre su profundo valor, que en todas las religiones en las que se venera a una Diosa-Tierra, siempre aparece indisolublemente asociado con ello un culto solar. Tanto entre los egipcios, como en el caso de los incas, los griegos o los celtas, no hay Diosa-Tierra sin Dios-Sol, su complemento indispensable.” [Huynen, 1977: 109][1].

En otros términos, para las sociedades tradicionales las cosas visibles tienen su origen en dos polos [polos primarios de la existencia (Burckhardt, 1976: 66)] que están por encima de toda manifestación visible, a saber el:

  1. Origen activo y creador [Burckhardt, 1976: 66] que es el Espíritu o palabra de Dios [Burckhardt, 1976: 67] simbolizado por el Cielo [Burckhardt, 1976: 66], al cual se contraponía el:


El Espiritu Santo como paloma
Basílica de San Pedro, Roma
Gian Lorenzo Bernini (s. XVII)
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Holy_Spirit_as_Dove_(detail).jpg
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  1. Origen pasivo de toda las cosas visibles [Burckhardt, 1976: 66] o de toda la existencia [Burckhardt, 1976: 71] que es la  materia [Burckhardt, 1976: 66]  prima [Burckhardt, 1976: 71][2] simbolizado por la Tierra [Burckhardt, 1976: 66]

Gaia
Anselm Feuerbach (s. XIX)
http://en.wikipedia.org/wiki/Gaia_(mythology)
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En relación al esquema arcaico del Universo [Cielo-Tierra] escribe Burckhardt:

“Ambos orígenes son como dos manos de Dios, se relacionan entre si como hombre y mujer, como padre y madre, y no pueden separarse, pues en todo lo que produce la Tierra está presente el Cielo como fuerza creadora, mientras que la Tierra , por su parte, da cuerpo a las leyes celestiales. De modo que la visión <<arcaica>> de las cosas era, al mismo tiempo, material y espiritual, pues la verdad metafísica en que aquélla se funda subsiste independientemente de este simplísimo esquema del Universo. ” [Burckhardt, 1976: 66][3].



Aion-Uranus y Tella, diosa que personificaba la Tierra en la mitologia romana,
 los acompañan cuatro niños que posiblemente representan las cuatro estaciones
Mosaico de una villa romana en Sentinum (s. III d. C.)
http://en.wikipedia.org/wiki/Terra_(mythology)
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El origen activo y creador [Espíritu] puede entonces ser considerado como causa informadora [Burckhardt, 1976: 70] de la existencia [Burckhardt, 1976: 71] esto es que da forma [eidos] en el sentido aristotélico de la palabra: concepto de las propiedades que constituyen la esencia de una cosa [(Burckhardt, 1976: 69) la esencia corresponde al espíritu, ya que las formas o designaciones esenciales de las cosas están contenidas en el espíritu como <<arquetipos>> (Burckhardt, 1976: 71)], y que imprime su sello en la materia [Burckhardt, 1976: 70] prima [hyle (Burckhardt, 1976: 134)] [Burckhardt, 1976: 71] la que entonces es el reflejo totalmente pasivo del espíritu universal [Burckhardt, 1976: 67] es decir que es puramente receptora y representa la raíz de la diversidad, ya que presta contorno y limite a todas las cosas [Burckhardt, 1976: 71].

La Naturaleza en las sociedades tradicionales. Según Burckhardt:

“Se podría decir de la Naturaleza que es el aspecto <<maternal>> de la materia prima, pues ella es la que <<alumbra>>; es activa y motriz, en tanto que la materia prima permanece inmóvil.” [Burckhardt, 1976: 134].


Admiración maternal
William-Adolphe Bouguereau (s. XIX)
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:William-Adolphe_Bouguereau_(1825-1905)_-_Maternal_Admiration_(1869).jpg
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La materia como visión de Dios y la Naturaleza como modelo y su imitación. Para los hombres de las culturas arcaicas, la materia era algo así como una visión de Dios [Burckhardt, 1976: 66], a la vez que la Naturaleza, al ser modelo de ciertas operaciones [la obra alquímica], debía ser imitada por el operador [el alquimista] [Burckhardt, 1976: 133]; es en relación a esta idea que se deben examinar ciertos ejercicios imitativos del ritmo de la Naturaleza como la regulación de la respiración, practica conocida en la alquimia, u otros medios especiales de despertar las fuerzas internas que se observan entre los adeptos de la hermética como del tántra [Burckhardt, 1976: 138][4].
La materia prima y sus símbolos. La materia prima [identificada con Prakriti en la cosmología hindú de Sankhya (Burckhardt, 1976: 77)] ha sido simbolizada por: la Tierra [Burckhardt, 1976: 66] porque <<nutre>> a todo cuanto vive <<sobre ella>> [Burckhardt, 1976: 119], las aguas sobre las que al principio de la Creación gravitaba el Espíritu de Dios [Burckhardt, 1976: 71], el mar porque lleva en sí todas las formas, como el mar las olas [Burckhardt, 1976: 119]; aparece oscura porque en su calidad de cosa amorfa se sustrae cada vez mas a la acción del entendimiento [Burckhardt, 1976: 114].


Primera pagina del Bestiario de Aberdeen en el que se representa y comenta
el primer dia de la creación (s. XII - XIII)
http://www.coindet.com/galerie2.htm
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La mujer como figura de la materia prima. La materia prima ha sido figurada en la mujer, así ella es virgen, por su insondable pureza y su sensibilidad, o prostituta, porque <<se entrega>>, aparentemente, a todas las formas [Burckhardt, 1976: 119]; al ser pasiva por completo ella se encuentra <<abajo>> [Burckhardt, 1976: 114] situación esta que se corresponde con la prevención que entre los musulmanes se tiene frente a la postura en que para la copula el hombre se coloca de espaldas, con la esposa encima, y de este modo la posee, a la que maldicen exclamando:

¡Maldito el que se hace tierra de si mismo y cielo de la mujer! [Anónimo, 1985: 308 nota 180].


La Virgen de las Rocas
Leonardo da Vinci (s. XVI)
http://es.wikipedia.org/wiki/La_Virgen_de_las_Rocas
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La mujer como figura de la Naturaleza. La Naturaleza es siempre mujer, dame nature [Burckhardt, 1976: 136], fue descrita como una fuerza maternal de origen divino, benévola y caótica a la vez, que es isomorfa a la idea hindú del shakti, la divina fuerza creadora femenina a la que se refieren los métodos tántricos los que a su vez son afines a la alquimia [Burckhardt, 1976: 134-135; Guénon, 2003: 55], de hecho, entre los adeptos de la hermética como entre los de la tántrica se recurrió a la contemplación de la dame nature en el cuerpo femenino [Burckhardt, 1976: 138][5].



Dakini danzante
Tibet (posiblemte s. XVIII)
Musée Guimet - Paris
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Dakini_Tibet_Guimet_21107.jpg
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La Dama en los Fieles de Amor. Explica René Guénon [examinando la obra de Luigi Valli: Il linguaggio segreto di Dante e dei <<Fededli d`Amore>>, Roma, Biblioteca di Filosofia e Scienza, Casa editrie <<Optima>> 1928 (Guénon, 2003: 47 nota 1)] que las diversas damas [Madonna, Guénon, 2003: 55] celebradas por los poetas que se relacionan  con la misteriosa organización de los Fieles de Amor, desde Dante, Guido Cavalcanti y sus contemporáneos hasta Boccaccio y Petrarca:

“no son mujeres que hayan vivido realmente sobre la tierra sino que, bajo diferentes nombres, son una sola y misma <<Dama>> simbólica que representa la Inteligencia trascendente (Madonna Intelligenza de Dino Compagni) o la Sabiduría divina.” [Guénon, 2003: 47][6].

Según Guénon  el Intelecto activo, representado por la Madonna, es el rayo celeste que constituye el vinculo entre Dios y el hombre y que conduce hacia Dios: es la Buddhi hindú [Guénon, 2003: 55 nota 9].


Dante encuentra a Beatriz en el Puente de Santa Trinidad
Henry Holiday (s. XIX)
http://es.wikipedia.org/wiki/Dante_Alighieri
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Papel del principio femenino en el exoterismo católico. Para Guénon el papel del principio femenino se advierte en la importancia dada al culto de la Virgen en el exoterismo católico:

“Notemos también a este propósito que San Bernardo, cuya conexión con los templarios se conoce, aparece como un <<caballero de la Virgen>>, que él llama <<su dama>>: también es Madonna y, bajo uno de sus aspectos, se identifica con la Sabiduría, o sea a la Madonna de los <<Fieles de Amor>>” [Guénon, 2003: 56][7].


Aparicion de la Virgen a San Bernardo
Filippino Lippi (s. XV)
http://es.wikipedia.org/wiki/Bernardo_de_Claraval
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En la Misa a la Inmaculada Concepción [8 de diciembre] a la Epístola se procedía  a la Lectura del Libro de la Sabiduría (Prov. VII, 22-35):

“El Señor me poseyó en el principio de sus obras, desde el  comienzo antes que criase cosa alguna. Desde la eternidad tengo el principado de todas las cosas y desde antiguo antes que la tierra fuese hecha. Aun no existían los abismos, y yo estaba ya concebida: aun no habían brotado las fuentes de las aguas: aun no estaban asentados los montes sobre su pesada masa: aun no había collados, cuando yo había nacido: aun no había hecho El la tierra, ni los ríos, ni los polos de la redonda tierra. Cuando El preparaba los cielos, estaba yo presente: cuando con ley cierta amurallaba los abismos dentro de sus riberas; cuando afirmaba en lo alto la región etérea, y equilibraba las fuentes de las aguas: cuando circunscribía al mar en su término, y ponía ley a las aguas para que no pasasen sus limites: cuando asentaba los cimientos de la tierra. Con El estaba yo concertándolo todo, y me deleitaba cada día regocijándome en su presencia en todo tiempo; holgándome en la redondez de la tierra, y mis delicias eran estar con los hijos de los hombres. Ahora, pues, hijos, oídme: Bienaventurados los que guardan mis caminos. Escuchad la doctrina, y sed prudentes, y no la desechéis. Dichoso el hombre que me oye y que vela a mis puertas cada día, y está de acecho en los postigos de mi puerta. Quien me hallare, hallará la vida y alcanzará del Señor la salvación.” [Azcárate, 1944: 1285-1286].



La Inmaculada Concepción
Bartolomé Esteban Murillo (s. XVII)
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Bartolom%C3%A9_Esteban_Perez_Murillo_021.jpg
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En relación a este texto, explica Fulcanelli que “la Virgen-Madre, despojada de su velo simbólico, no es mas que la personificación de la sustancia primitiva que empleó, para realizar sus designios, el Principio creador de todo lo que existe” y de que tal es el sentido de esta epístola al que llama “luminosísimo” [Fulcanelli, 1994: 86]; téngase presente que si bien el dogma de la Inmaculada Concepción de Maria fue definido por el Papa  Pio IX en 1854, la fiesta de este misterio ya era conocida en Oriente en el siglo VII, pasando a Occidente en el VIII [Azcárate, 1944: 1283].


4. Bibliografía

Anónimo 1985:      
Kama Sutra y Ananga Ranga.
Barcelona, ed. Plaza & Janes, trad. cast. de León-Ignacio,1985.

Azcarate, O.S.B., Andrés   1944:      
Misal diario para América.                                                               
Buenos Aires, ed. Litúrgica Argentina, 1944.

Burckhardt, Titus 1976:      
Alquimia.                                                                    
Barcelona, ed. Plaza & Janes, trad. cast. de Ana M.ª de la Fuente, 1976.

Campbell, Joseph 2002:      
Tú eres eso.                                                                    
Buenos Aires, ed. Emece, trad. cast. de César Aira, 2002.

Eliade, Mircea 1990:     
Herreros y Alquimistas.                                                          
Madrid, ed. Alianza, trad. cast. de E.T., 1990.

Fulcanelli   1994:      
El Misterio de las Catedrales.
Madrid, ed. América Ibérica, trad. cast. de J. Ferrer Aleu, 1994.

Guénon, René   2003:     
Esoterismo Cristiano.                                                       
Buenos Aires, ed. Obelisco, trad. cast. de Scriptorum Santa Catherina, 2003.

Huynen, Jacques   1977:     
El enigma de las vírgenes negras.
Barcelona, ed. Plaza & Janes, trad. cast. de R. M. Bassols, 1977.

Rawson, Philip   1992:      
El Arte del Tantra.                                                                  
Barcelona, ed. Destino, trad. cast. de Jesús Pardo, 1992.

Rodríguez, Pepe   1999:      
Dios nació mujer.                                                                   
Barcelona, ed. B, 1999.
                                                                       
Sociedad Francesa de Filosofía,  1953:  
Vocabulario técnico critico de la filosofía.
Tomo II
Buenos Aires, ed. El Ateneo, trad. cast. de Luis Alfonso, 1953.


[1] En relación a este tema, es particularmente informativo el libro Alejandro Guichot y Sierra, Ciencia de la Mitología [ed. Librería General de Victoriano Suárez, Madrid, 1903], cuyo subtitulo es, precisamente, El Gran Mito Chtónico-Solar.

[2] Distinta de la materia secunda, destinada exclusivamente, en el pensamiento escolástico, a la existencia corporal [Burckhardt, 1976: 71]. Al pasar al lenguaje corriente, la expresión materia primera, se ha hecho sinónima de materia segunda, la que ha caído en desuso, al mismo tiempo que se borraba en la palabra materia la idea aristotélica de potencialidad  pura [Sociedad Francesa de Filosofía, 1953:  767].

[3] “Esta contraposición de Cielo y Tierra, de existencia activa y pasiva, es ejemplo y patrón de otras numerosas parejas de oponentes, como la constituida por forma (eidos) y materia (hyle) en lo conceptual, o como la dualidad entre el espíritu (nous) y el alma (psychè) interpretada en sentido platónico.” [Burckhardt, 1976: 48].

[4] En relación a esto examinar el vinculo que supone el número 432 entre la mitología agrícola y los ciclos reales del tiempo en Campbell, 2002: 78-80.

[5] Burckhardt [1976: 138 nota 2] remite a un trabajo que también es citado por Eliade como escrito desde un punto de vista tradicional [1990: 177]: Maurice Aniane, Notes sur l`Alchimie, <<yoga>> cosmologique de la Chrétienté médiévale, en el volumen [textos y estudios publicados bajo la dirección de Jacques Nassui] <<Yoga>>, Science de l`Homme intégral, Ed, Cahiers du Sud, Paris, 1953 pp. 243-273; asimismo J. Evola, Metafísica del Sesso, Ed. Atanor, Roma, 1958. Escribe Philip Rawson que en el Tantra hindú, la  libido sexual humana en cierto sentido, se identifica con la energía-esencia creativa y benéfica del universo o energía cósmica [Rawson, 1992: 28, 83], ahora bien:

“Todas las imágenes y goces concretos tienen por objeto despertar la energías adormecidas, sobre todo la energía que suele encontrar su desahogo en el contacto sexual. La energía, una vez excitada, se encauza por medio de rituales, meditación y yoga, reencauzándola activamente (paravittra) en el mecanismo energético humano y utilizándola para impeler la conciencia hacia el esclarecimiento deleitoso.” [Rawson, 1992: 30].

Y agrega:

“se pude decir que el Tantra representa un sistema práctico minucioso y completo para la manipulación y la concentración de la libido humana, realzándola primero y retirándola luego por completo de los fenómenos mundanales, pasajeros y carentes de valor, para dirigirla, en su lugar, a un objeto trascendente: el éxtasis” [Rawson, 1992: 31].

De allí que, si tenemos presente que en el Tantra hindú, la mujer es imagen [Rawson, 1992: 16, 92] de la Diosa, a la cual equipara [Rawson, 1992: 31], la condición especial de esplendor interior que provocan las posturas y contracciones internas que tienen lugar en el transcurso de la unión tántrica [Rawson, 1992:87-88]:

“solo aparece cuando el foco erótico pasa, de la personificación exterior y sensorial del deseo, a la Diosa interior de la que todas las mujeres exteriores son simples paradigmas.” [Rawson, 1992: 88].

[6] Guénon escribe que el aspecto femenino de la Divinidad: donna-Divinità, es designado en la India como Shakti, equivalente en ciertos aspectos a la Shekinah hebrea [Guénon, 2003: 55].

[7] Cf. de San Bernardo La Regla de la Orden de los Templarios, así como la carta de recomendación de la Orden De la Loa a la nueva Milicia en V.V.A.A. Textos Templarios y Rosacruces, ed. Indigo, Barcelona, 2002, Clásicos Esotéricos, pp. 41-89 y  17-39.