Notas sobre el panteísmo medieval como expresión de la persistencia histórica
de la inteligencia univoca del Ser.
Salvador, Andrés
Oscar Raúl
1.Introducción.
El propósito de este trabajo es el de reunir información sobre la figura de
David de Dinant como parte del estudio que llevamos adelante sobre el llamado
panteísmo medieval como expresión de la persistencia histórica de la
inteligencia univoca del Ser.
2. Antecedentes.
Remitimos aquí a lo que indicamos sobre la Relación de Amaury de Chartres con David
de Dinanto y Mauricio Español en nuestro trabajo Amaury de
Chartres (ITGD, 2003).
3.Desarrollo.
Datos biográficos. Este filósofo figura en los dos primeros
decenios del siglo XIII, pero se ignoran su patria y fecha de nacimiento; se
cree que estuvo un tiempo en la corte del Papa Inocencio III. Condenado por el
sínodo de Paris (1210), David huye de esa ciudad y no se sabe donde murió, poco
después de 1215 (Espasa,
s.f.: 1118).
Doctrina de David de Dinant. En sus ideas fue panteísta,
suponiendo algunos que en esto fue discípulo de Amaury de Chartres. Alberto
Magno, que le impugna (Summa theol., p. 11, tract. IV, qu.20), llama su
obra, que ataca, Detomis, pero en los documentos del Sínodo de Paris
(1210) se lee: <<Quaternuli magistri D. de D. episcopo Parisiensi
offerantur et comburantur.>>; es
posible que el Quaternuli y el Detomis sean una sola obra. Se
indica que sin dudas, gracias a esta
condenación, desaparecieron estos escritos. El panteísmo del autor nos es
conocido por el dicho de Alberto Magno (l.c.) y el de Santo Tomas de Aquino (In.
II, Sent. d. XVII, qu. I), según estos doctores, contemporáneos
de Dinant, este enseñaba que:
<<había
una sola substancia, no solo común a todos los cuerpos, sino también a todas
las almas, y que esta única substancia no era otra que el mismo Dios>>.
Parecía partir de una extraña concepción del principio de semejanza en
todas las cosas substanciales, defendiendo que esta semejanza solo puede
apoyarse en que hay una realidad común a todas ellas, que es lo que se llama
substancia (Espasa, s.f.: 1118), dice Santo Tomas:
“Dividió
David de Dinanto [...] todas las cosas en cuerpos, almas y sustancias
separadas. Al principio indivisible que entra en la composición de los cuerpos
llamó yle; al constitutivo de las almas noym o mente. Al
principio indivisible de las sustancias eternas llamó Dios. Y dijo que
estos tres principio eran uno y el mismo, porque todas las cosas tienen la
misma esencia” [Comm. In Mag. Sent. II, 17, q.I. citado por Menéndez y Pelayo,
1945: 148 nota 1].
Según Menéndez y Pelayo el sistema de David de Dinant es el de Ben-Gabirol,
menos la personalidad de Dios (Menéndez y Pelayo, 1945: 147-148).
Diferencia entre los amalricianos y David de
Dinant. Entre los
amalricianos y David de Dinant había alguna diferencia tal como lo advierte
Santo Tomas [Summa Theolog. III quaest., art. VIII...
Utrum Deus in compositionem veniat (Menéndez y Pelayo, 1945: 147 nota
2)], mientras los primeros aseveraban que dios era el principio formal
de todas las cosas, el segundo identificaba a Dios con la materia prima
(Menéndez y Pelayo, 1945: 147).
Fuentes de la doctrina de David de Dinant. Se señala que la fuente del panteísmo de
David de Dinant no es conocida, se duda entre el Fons vitae, de
Avicebron [=Salomón-ben-Gabirol (Menéndez y Pelayo, 1945: 114)]; un tratado De
unitate et uno, falsamente atribuido a Boecio; los escritos del
comentarista de Aristóteles, Alejandro de Afrodisia; Amaury de Chartres, y De
unitate, de Domingo Gundisalvo (Espasa, s.f.: 1118).
Condena de David de Dinant. Para esto véase nuestra comunicación: Amaury
de Chartres. ITGD. Corrientes, 2003.
Bibliografía citada en la obras consultadas. Se indican las siguientes obras [Espasa, s.f.: 1118]:
-
Ch.
Jourdain, Mémoire sur les sources philosophiques des héresies d`Amaury de
Chartres et David de Dinant (1870), en Mém.de l`ac. des incriptions et
des bell. lettres, 26, 2.
-
B.
Hauréau, Mém. sur la vraie source des erreurs atribuées à Dav. De Dinant
(1877, l.c.).
4.Bibliografía.
Espasa, Hijos de J. s.f.: Enciclopedia Universal Ilustrada. Tomo
XVII.
Barcelona, ed. Hijos de J. Espasa, s.f.
Menéndez y Pelayo, Marcelino 1945: Historia de los Heterodoxos Españoles.
Tomo III.
Buenos
Aires, ed. Emece, 1945.