MILAGROS COMO <<HEROÍNA >> Y SU <<CAMINO DE AVENTURA>>
Elementos e interpretación tentativa simbólico contextual de un sueño.
Salvador, Andrés
O. R.
1.Introducción.
En este trabajo se reúnen elementos y se
formula una interpretación [no estrictamente psicológica si bien se atiende al
proceso de centración] tentativa de un sueño considerando
fundamentalmente a los elementos simbólicos presentes en el mismo
asociados al <<camino de aventura>> del <<héroe>>[1]
así como a ciertas experiencias de la soñante que contribuyen a su
inteligencia.
2. Antecedentes.
Joseph Campbell y el camino de la aventura
del héroe. En
este trabajo seguimos al estudio hecho por Joseph Campbell sobre el camino de
la aventura mitológica del héroe entendido como la magnificación de la fórmula
representada en los ritos de iniciación [Los llamados ritos de
<<iniciación>> son ejercicios de separación formales y usualmente
severos, donde la mente corta en forma radical con las actitudes, ligas y normas
de vida del estado que se ha dejado atrás (Campbell, 1992: 16).]: separación-
iniciación-retorno y que constituye la unidad nuclear del monomito
(Campbell, 1992: 35). Campbell resume la aventura en los siguientes términos:
Separación:
[Llamado a la aventura]
“El
héroe mitológico abandona su choza o castillo, es atraído, llevado, o avanza
voluntariamente hacia el umbral de la aventura.” (Campbell, 1992: 223).
Iniciación:
[Umbral de la aventura]
“Allí encuentra la presencia de una sombra que
cuida el paso. El héroe puede derrotar o conciliar esta fuerza y entrar vivo al
reino de la oscuridad (batalla con el hermano, batalla con el dragón;
ofertorio, encantamiento), o puede ser muerto por el oponente y descender a la
muerte (desmembramiento, crucifixión).” (Campbell, 1992: 223).
[Detrás del umbral]
Detrás
del umbral, después, el héroe avanza a través de un mundo de fuerzas poco
familiares y sin embargo extrañamente intimas, algunas de las cuales lo
amenazan peligrosamente (pruebas), otras le dan ayuda mágica (auxiliares).”
(Campbell, 1992: 223).
[Nadir de la aventura]
“Cuando
llega al nadir del periplo mitológico, pasa por una prueba suprema y recibe su
recompensa. El triunfo puede ser representado como la unión sexual del héroe
con la diosa madre del mundo (matrimonio sagrado), el reconocimiento del
padre-creador (concordia con el padre), su propia divinización (apoteosis) o
también, si las fuerzas le han permanecido hostiles, el robo del don que ha
venido a ganar (robo de su desposada, robo del fuego); intrínsecamente es la
expansión de la conciencia y por ende del ser (iluminación, transfiguración,
libertad).” (Campbell, 1992: 223-224).
Retorno:
[(Inicio del)
retorno]
“El
trabajo final es el del regreso. Si las fuerzas han bendecido al héroe, ahora
éste se mueve bajo su protección (emisario); si no, huye y es perseguido (huida
con transformación, huida con obstáculos).” (Campbell, 1992: 224).
[Umbral del retorno]
“En
el umbral del retorno, las fuerzas trascendentales deben permanecer atrás; el
héroe vuelve a emerger del reino de la congoja (retorno, resurrección).”
(Campbell, 1992: 224).
[Retorno]
“El
bien que trae restaura al mundo (elixir).” (Campbell, 1992: 224).
C. G. Jung y la adquisición de conciencia de
un nuevo punto central. En su libro Psicología y Alquimia (1957), Jung realiza un
examen, del que nos servimos, de los símbolos que se refieren exclusiva y
directamente a la adquisición de conciencia de un nuevo punto central,
cuestión esta sobre la que observa:
“Los
símbolos oníricos del proceso de individuación son imágenes de índole
arquetípica que se manifiestan en los sueños y que describen el proceso de centración,
o sea la formación de un nuevo centro de la personalidad [...] Por ciertas
razones [...] denomino también Selbst a este centro, entendiendo con
esta noción la totalidad de lo psíquico en general. El Selbst no solo es
el punto central sino que además comprende la extensión de la conciencia y del
inconsciente; es el centro de esta totalidad, así como el yo es el centro de la
conciencia.” (Jung, 1957: 57).
Estas imágenes pertenecen a una determinada
categoría que designa con la expresión simbolismo de los mandalas (Jung,
1957: 57).
3.Desarrollo.
Relato del sueño. El sueño que examinamos
tuvo lugar en la noche del 18 al 19 de abril de 2003 y, conforme al relato
escrito hecho por la soñante Milagros W. (19 años), es el siguiente
[presenta dos escenarios distinguidos por la misma[2]]:
1.
Estábamos los 4: Andrés,
Luciana, Pilar y yo en la calle Junín contemplando una vidriera que por alguna
razón en particular nos llamaba la atención.
2.
No recuerdo como pero
Andrés muere y todo el escenario cambia. De pronto estamos todos desnudos[3] en una tierra lejana,
extraña; como un desierto pero con elevaciones rocosas pequeñas, el sol empezaba
a ocultarse. Asombrosamente Andrés renace bajo una nueva apariencia, similar a
Gandalf[4].
Por todos lados (como nacidos de la tierra) comenzaban a aparecer
nuevos seres: Elfos, Hadas, Ninfas, Humanos[5]. Ante la llegada de todos
ellos, Andrés empezaba a decir algo en un lenguaje extraño y con sus manos en
alto realizaba movimientos aparentemente simbólicos. Automáticamente se levantó
una gran ola de arena sobre todos nosotros, haciéndonos sentir que había
llegado el momento final. Pero antes de atraparnos vuelca / cae a nuestras
espaldas, revelando una antigua ciudad en ruinas de estilo Griego;
perteneciente a antiguos Dioses. Rodeaba esta ciudad una especie de vereda
quizá de mosaico con grabados simbólicos (figuras geométricas) de Forma
circular. Repentinamente ésta comienza a girar y todos nosotros (excepto
Andrés) parados sobre ella empezamos a bailar, cantar y reír al ritmo con esa
gran masa circular. Todos éramos una sola cosa. Por algún motivo me detuve a
bailar con un grupo de haditas que me hacían sentir tremendamente Feliz, entre
ellas estaba mi sobrina cuya sonrisa me dio paz. Andrés estaba fuera del
circulo sobre una de estas elevaciones rocosas, esperando ...
Elemento contextual del sueño. En la interpretación de los
símbolos presentes en el sueño debe atenderse al contexto en que se produce. Milagros
y los otros actores [Andrés, Luciana, Pilar] forman una sociedad que se
reúne regularmente para estudiar Filosofía, Metafísica e Historia de las
Religiones, estudios estos que los llevaron a revisar en el plano
teórico-practico creencias convencionales en relación a esas materias y a una
revalorización de la inteligencia simbólica propia de la cultura antigua y
medieval y de sus fundamentos.
Elementos simbólicos del sueño. Escribe Campbell:
“Los
cambios que se llevan a cabo en la escala del monomito desafían toda
descripción. Muchas historias aíslan o
aumentan grandemente uno o dos elementos típicos del ciclo completo (el motivo
de la prueba, el motivo de la huida, el rapto de la desposada), otros reúnen un
grupo de ciclos independientes en una sola serie (como en la Odisea).
Caracteres o episodios diferentes pueden multiplicarse y reaparecer bajo muchos
cambios.” (Campbell, 1992: 225).
Téngase presente esta observación en relación
al hecho de que en el sueño Andrés, por el papel que este ha tenido en la
coordinación y orientación de las actividades de estudio de las que participa
la soñante, se identifica de modo isocrónico:
- Con
funciones asociadas al camino de aventura: Andrés es identificado
como:
<<mensajero de la
aventura>> [es quien opera la <<llamada de la aventura>> la
que puede ser para la muerte (Campbell, 1992: 54-56)]: su muerte [Andrés
muere] que opera una transformación del escenario [todo el escenario
cambia] y de los actores [De pronto estamos todos desnudos];
<<protector>> [No es
raro que quien brinda al héroe ayuda
<<sobrenatural>> tenga forma masculina: “En el reino de las hadas
puede ser algún pequeño habitante del bosque, algún hechicero, ermitaño, pastor
o herrero que aparece para dar al héroe los amuletos y el consejo que requiere.
Las mitologías superiores han desarrollado el papel en la gran figura del guía,
el maestro, el conductor, el que lleva las almas al otro mundo” (Campbell,
1992: 73)]: Produce el descubrimiento de la ciudad [Andrés empezaba a decir
algo en un lenguaje extraño y con sus manos en alto realizaba movimientos
aparentemente simbólicos. Automáticamente se levanto una gran ola de arena ...
revelando una antigua ciudad], no permite que la ola de arena cause daño [Automáticamente
se levantó una gran ola de arena sobre todos nosotros, haciéndonos sentir que
había llegado el momento final. Pero antes de atraparnos vuelca / cae a
nuestras espaldas], permanece observando (función ambigua ya que tanto
podría significar protección como guardia=guardián del umbral) [Andrés
estaba fuera del circulo sobre una de estas elevaciones rocosas, esperando
...]. Jung explica que la figura arquetípica del padre se corresponde con la de
el espíritu instructor [que introduce en el sentido de la vida y explica
sus misterios según la doctrina de los antiguos] y la del viejo sabio
[=Gandalf] (Jung, 1957: 139) ;
<<guardián del
umbral>> [Protege al umbral que va de lo conocido a lo desconocido: “solo
atravesando esos limites (...) pasa el individuo, ya sea vivo o muerto, a una
nueva zona de experiencia”; puede ser protector (Primer aspecto) o peligroso
(el otro aspecto) (Campbell, 1992: 81)]: Provoca la ola de arena [Andrés
empezaba a decir algo en un lenguaje extraño y con sus manos en alto realizaba
movimientos aparentemente simbólicos. Automáticamente se levanto una gran ola
de arena ...].
- Con
el Héroe [=Milagros]: La muerte y regreso de Andrés encubre el paso
de la soñante a un modo de ser trascendente [Andrés=Milagros]: La muerte
de Andrés opera en Milagros (y en el escenario en que actúa) una transformación.
Al considerar el carácter masculino de Andrés
debemos considerar como observa Jung que el inconsciente del varón es de
naturaleza femenina (Jung, 1957: 70), en tanto para la mujer la relación es
inversa (Jung, 1957: 131) y que se personifica en la idea de anima
(Jung, 1957: 166 nota 1). Finalmente señalemos en relación a Andrés que:
- Tiene
<<autoridad>> (=poderes) [decir algo... y con sus manos en
alto realizaba movimientos .... Automáticamente se levanto].
- Se
identifica con lo permanente[<no gira>: todos nosotros (excepto
Andrés); <esta afuera de la vereda de forma circular>: Andrés
estaba fuera del circulo; <asociado a la “montaña”[6]
y a la “ piedra” [7]>:
sobre una de estas elevaciones rocosas][8].
Examinemos ahora el sueño considerando cada
uno de sus escenarios y los momentos en el camino de la aventura mitológica del
héroe:
- Desde
el inicio a la muerte de Andrés [Separación (Llamado a la aventura)]: Se
advierte en este escenario que estamos ante:
- Una
experiencia que es tanto individual como grupal: La soñante se ve
acompañada por otros [Andrés, Luciana, Pilar y yo]. El anima
se presenta en los sueños como la cuarta persona (Jung, 1957:
166).
- Estamos inicialmente ante una escena que
se presenta como un hecho común [en la calle Junín contemplando una
vidriera] en el que los actores asumen un comportamiento que traduce
un interés [una vidriera que por alguna razón en particular nos
llamaba la atención]. El héroe mitológico inicia su aventura desde el
mundo de todos los días (Campbell, 1992: 35).
- Se
produce un hecho [Andrés muere] que opera una transformación del
escenario [todo el escenario cambia]. Esta crisis es la
<<llamada de la aventura>> que levanta el velo que cubre un
misterio de transfiguración “un rito, un momento, un paso espiritual que
cuando se completa es el equivalente de una muerte y de un renacimiento.
El horizonte familiar de la vida se ha sobrepasado, los viejos conceptos,
ideales y patrones emocionales dejan de ser útiles, ha llegado el momento
de pasar un umbral.” (Campbell, 1992: 55).
- De
la muerte de Andrés al fin del sueño [Iniciación (Umbral de la aventura)]:
La muerte de Andrés [No recuerdo como, pero Andrés muere] supone
una disolución y reintegración del
caos operación que presenta dos dignificaciones solidarias:
-
Cosmológica: Toda muerte es al propio tiempo una reintegración de la
Noche cósmica, del Caos precosmológico; en múltiples niveles, las tinieblas
expresan siempre la disolución de las Formas, el retorno al estado seminal de
la existencia (Eliade, 1990: 138). En el sueño esto se traduce en
el ocultamiento del sol [el sol empezaba a ocultarse], en el escenario
no familiar [una tierra lejana, extraña; como un desierto pero con
elevaciones rocosas pequeñas].Las regiones desérticas [como un desierto]
y desconocidas [extraña] que rodean el territorio habitado son
equiparables a las regiones inferiores: “el mundo de abajo, por encima del cual
se asienta firmemente nuestro <<Cosmos>>, corresponde al <<Caos>>
que se extiende a lo largo de sus fronteras.” (Eliade, 1992: 42).
-
De iniciación: La muerte de iniciación y las tinieblas místicas [que
tienen una valencia cosmológica: se reintegra el estado primario de la materia
- la resurrección corresponde a la creación cósmica - (Eliade, 1990: 138)] en
otros términos la disolución, implican que el futuro místico moría a su
existencia profana, gastada, decaída (Eliade, 1990: 139) ya que no existe
esperanza alguna de resucitar a un modo de ser trascendente sin muerte
previa (Eliade, 1990: 134). El paso por el umbral mágico es un transito a una
esfera de renacimiento que se simboliza en el hecho de que el héroe es tragado
por lo desconocido y parecería que hubiera muerto [imagen del vientre de la
ballena] (Campbell, 1992: 88). Este sentido iniciático esta presente tanto en
la repentina desnudez [De pronto estamos todos desnudos] como en la
muerte y regreso de Andrés [Asombrosamente ... renace bajo una nueva
apariencia], hecho que debe examinarse en relación al papel de Gandalf en
la obra de J. R. R. Tolkien [nueva apariencia, similar a Gandalf]. El
nuevo modo de ser del personaje se revela en el lenguaje [Andrés empezaba a
decir algo en un lenguaje extraño] y en los <<poderes>> que se
le atribuyen [con sus manos en alto realizaba movimientos aparentemente
simbólicos. Automáticamente se levanto una gran ola de arena]. El episodio
se corresponde con el primer encuentro de la jornada del héroe: una figura
protectora [a menudo una viejecita o anciano] que le proporciona ayuda
<<sobrenatural>> (Campbell, 1992: 70). Sobre la blancura de la
vestimenta de Andrés (=Gandalf) [su
vestimenta era blanca. (Nota ampliatoria posterior de la soñante)] interesa
lo que escribimos en nuestro trabajo Notas sobre el opus alquímico
[Santa Sofía. Corrientes, 2003] en relacion a la: “Leukosis [blanco
(Eliade, 1990: 132), emblanquecimiento (Jung, 1957: 249)]: En virtud del lavaje
[ablutio, baptisma] se puede pasar de la nigredo
directamente al emblanquecimiento: o bien el alma [anima], que ha huido
del cuerpo muerto, vuelve a unirse a este para vivificarlo, o bien los muchos
colores [omnes colores, cauda pavonis] conducen a un único color,
el blanco, que los contiene a todos; con esto, se llega a la primera meta
capital del proceso: a la albedo, tinctura alba, terra alba
foliata, lapis albus, etc., estadio que muchos autores describen
en términos tan laudatorios como si se hubiera alcanzado la meta ultima (Jung,
1957: 250) Esta fase corresponde en el
nivel operativo al fenómeno de la coagulación [consecutivo a la putrefactio
inicial], y en el terreno espiritual a una resurrección que se traduce
en la apropiación de ciertos estados de conciencia inaccesibles a la condición
profana (Eliade, 1990: 142-143)”.
Esta muerte produce entonces una
transformación [(Detrás del umbral:) que se corresponde con el mundo de
“fuerzas poco familiares y sin embargo extrañamente intimas, algunas de las
cuales lo amenazan peligrosamente (pruebas), otras le dan ayuda mágica
(auxiliares)” que el héroe encuentra detrás del umbral] que
implica:
a. Una restitución a una situación
originaria <<paradisíaca>> que se advierte en:
-
La desnudez de las actoras [De pronto estamos todos desnudos]:
Su carácter de signo de transformación se torna claro si lo consideramos en
relación a la significación ritual y metafísica que a la vez comporta la
desnudez bautismal: es el abandono del <<viejo vestido de corrupción y de
pecado del cual el bautizado se despoja, siguiendo a Cristo, ese vestido con
que se había revestido Adán después del pecado>> (Eliade, 1992: 116)[9].
-
El ambiente festivo y la felicidad de los actores [todos ...
empezamos a bailar, cantar y reír al ritmo]. En relación al baile
interesa el que todas las danzas han sido sagradas en su origen teniendo un
modelo extrahumano (Cicchitti Marcone, 1998: 87).
-
La presencia del niño: El Niño [entre ellas estaba mi sobrina cuya
sonrisa me dio paz] es una imagen ejemplar que se asocia a la inocencia
y con la cual la soñante se identifica [Todos éramos una sola cosa. Por
algún motivo me detuve a bailar con un grupo de haditas que me hacían sentir
tremendamente feliz]; la recuperación de esta condición supone una
transformación. Adviértase la condición paradisíaca (=inocencia) de la escena [bailar
... Feliz ... sonrisa ... paz]. Nótese que el Niño también puede
presentarse como Maestro [lo que nos remite a la función de
<<protector>>] (Campbell, 2002: 110-112). Según Jung lo niños indican el tema de los enanos que tal vez
exprese motivos kabiricos [los Kabiras como enanos son
divinidades ctónicas (Jung, 1957: 173)], es decir fuerzas formativas
inconscientes (Jung, 1957: 206).
b. [Nadir de la aventura: Es
posible que este episodio se identifique con este momento del ciclo si
establecemos la siguiente correspondencia: prueba suprema=ola de arena y
recompensa= revelación de la ciudad, de lo contrario estamos ante una prueba
de las que el héroe encuentra detrás del umbral]. El des-cubrimiento [se
levanto una gran ola de arena sobre todos nosotros] no exento de
<<peligros>> [haciéndonos sentir que había llegado el momento
final ... atraparnos] de una realidad [revelando una ... ciudad]
originaria [una antigua ciudad ... de estilo Griego] olvidada
(=ignorada) [en ruinas] <<sagrada>> [perteneciente a
antiguos Dioses] en la que el centro [Rodeaba esta <ciudad>
una especie de vereda ... de Forma circular] se nos revela como lo
permanente (la ciudad) frente a la impermanencia [Repentinamente esta <vereda
de forma circular> comienza a girar] de la que la soñante participa [y
todos nosotros ... parados sobre ella empezamos ...al ritmo con esa gran masa
circular]. La forma circular de la vereda que rodea a la ciudad remite a la
figura de un circulo mágico [es decir se trata de un mandala
(Jung, 1957: 115-121)] con el cual quien tiene un propósito singular y secreto
se defiende de los peligros que lo amenazan desde afuera y que ponen en peligro
al que esta aislado por un secreto a la vez que sirve para confinar una parcela
de terreno que debía ser sagrada e inviolable [=témenos: parcela de
tierra separada y consagrada a la divinidad, que a menudo era un bosquecillo
(Jung, 1957: 72 nota 2)] y en torno al cual se trazaba el sulcus primigenius,
como se hacia en las fundaciones de ciudades (Jung, 1957: 72). El baile puede
identificarse con una circumambulatio mágica (Jung, 1957: 190) la cual
significa la concentración en el centro (Jung, 1957: 206)[10].
Por regla general el centro del mandala contiene una figura de supremo
valor religioso (Jung, 1957: 118) [Rodeaba esta <ciudad>
una especie de vereda: ciudad=centro ][11];
a propósito de esto, recordemos que Eliade señala que las ciudades santas y los
santuarios se encuentran en el Centro del Mundo (Eliade, 1992: 40).
c.
Una ampliación de la percepción [comienzan a aparecer nuevos seres:
Elfos, Hadas, Ninfas, Humanos] de la realidad <<ordinaria>> [Por
todos lados (como nacidos de la tierra)], a la que también se integra el
des-cubrimiento de la ciudad. La
presencia de las Ninfas supone, según Jung, una regresión [histórica
(Jung, 1957: 107)] a representaciones inconfundiblemente antiguas (Jung, 1957:
105)[12].
- Proceso
en desarrollo: El sueño se presenta como un proceso no concluido [Andrés
estaba ... esperando]. No se advierte algún episodio que pueda
identificarse con el Retorno[13].
Interpretación tentativa atendiendo al
elemento contextual y simbólico del sueño. Provisoriamente podemos formular la
siguiente interpretación del sueño en la que se atiende a los elementos
simbólicos presentes en el mismo asociados al <<camino de aventura>>
del <<héroe>> así como a aquellas experiencias de la soñante
que contribuyen a su inteligencia: La muerte [Separación (Llamado a la
aventura) - Iniciación (Umbral de la aventura)] de Andrés [=Milagros] opera en
Milagros (y en el escenario en que actúa) una transformación [Iniciación
(Detrás del umbral)], precisamente la
soñante:
a. Experimenta una disolución que
presenta una dignificación cosmológica y una de iniciación: revisar en el plano
teórico-practico creencias convencionales en Filosofía, Metafísica e Historia
de las Religiones.
b. Experimenta una reintegración a
una situación originaria: la revisión de la creencias convencionales supone el
abandono (desnudez de las actoras) del <<viejo vestido>>
(=creencias convencionales) y una reintegración a una situación originaria
donde la inocencia (presencia del niño) se asocia al aprendizaje
(niño=preguntas) y a la alegría del descubrimiento (ambiente festivo y
felicidad de los actores).
c.
[Posible Nadir de la aventura] Participa del des-cubrimiento
[Andrés=Milagros es quien descubre activamente (Andrés=iniciador) y pasivamente
(Milagros=Héroe)] no exento de <<peligros>> [Prueba suprema]
de una realidad originaria [recompensa],
olvidada (=ignorada) [la cultura antigua y medieval] , <<sagrada>>
[fundamentos de esa cultura que se reconocen como verdaderos], en la que el
centro se nos revela como lo permanente (la ciudad=fundamentos) frente a la
impermanencia de la que la soñante participa (la vida cotidiana
<<ordinaria>>).
d. Experimenta una ampliación de la
percepción de la realidad <<ordinaria>>: Como resultado de la
revisión de creencias convencionales y de la revalorización y ejercicio de la
inteligencia simbólica.
La transformación experimentada por la actora
se presenta como parte de un proceso en desarrollo [no concluido=no
identificación del Retorno].
5.Bibliografía.
Campbell, Joseph
1992: El héroe de las mil
caras. Psicoanálisis del mito.
Buenos Aires, ed. Fondo de Cultura Económica, trad. cast. de
Luisa Josefina Hernández, 1992.
Campbell, Joseph
2002: Tú eres eso.
Buenos Aires, ed. Emecé, trad. cast. de César Aira, 2002.
Cicchitti Marcone, V. 1998: La persona humana y otros ensayos.
Mendoza, ed. Ediunc, 1998.
Eliade, Mircea 1990: Herreros y Alquimistas.
Madrid, ed. Alianza, trad. cast. de E. T., 1990.
Eliade, Mircea 1992: Lo
sagrado y lo profano.
Barcelona,
ed. Labor, trad. cast. de Luis Gil, 1992.
Jung, C.
G. 1957: Psicología y Alquimia.
Buenos aires, ed. Santiago Rueda, trad. cast. de Alberto Luis
Bixio,1957.
[1] “Una persona es un héroe o una heroína cuando funciona en el interés
de valores que no son locales o personales sino una fuerza más amplia de la
cual la persona es vehículo.” (Campbell, 2002: 142).
[2] “las dos escenas constituyen un solo sueño, que dicho sea de paso
fue muy largo, tan largo como la noche.” (Nota ampliatoria posterior de la
soñante).
[3] “Con excepción de Andrés y las Haditas todos los demás seres
estaban desnudos.” (Nota ampliatoria posterior de la soñante).
[4] “Relacioné a Andrés con Gandalf por su aspecto físico similar,
eran casi idénticos y su vestimenta era blanca.” (Nota ampliatoria
posterior de la soñante).
[5] “Recuerdo que por algún motivo especial vi a Legolas (algo de él
me llamaba particularmente la atención) y también recuerdo sentir la presencia
(aunque no los pude ver) de otros personajes del señor de los anillos y mi
alegría al saber que estaban allí, con nosotros...” (Nota ampliatoria
posterior de la soñante).
[6] La Montaña figura entre las imágenes que expresan el vinculo
entre el Cielo y la Tierra y que se ubican en el Centro del Mundo (Eliade,
1992: 38-39).
[7] En relación a este símbolo de la firmeza señalamos a la
roca del Templo de Jerusalén que señala tanto la unión entre la Tierra y
las regiones inferiores (Eliade, 1992: 41) como un Centro [ombligo] del
Mundo [tierra] (Eliade, 1992: 44).
[8] Cf. Jung, 1957: 153 comentario al Sueño 16 [pp. 140-155]: “ [...] la
circunstancia de que el soñante no se encuentre en el centro sino a un
lado, es una elocuente indicación de lo que ocurrirá con su yo: ya no podrá
pretender ocupar el primer lugar, sino
que tendrá probablemente que contentarse con la posición de un satélite, o por
lo menos con la de un planeta que gira alrededor del Sol.”.
[9] Es probable que la desnudez no alcance a Andrés por sus notas de autoridad
e identificación con lo permanente, y a las Haditas
(=Niño) por su identificación con la inocencia [Con excepción de
Andrés y las Haditas todos los demás seres estaban desnudos (Nota
ampliatoria posterior de la soñante)].
[10] Cf. Jung, 1957: 123 comentario al Sueño 6: “La mujer desconocida o anima
representa el inconsciente que acosa al soñante hasta que éste se pone a correr
en círculo. Y así sin más ni más, se da un centro potencial que no es idéntico
al yo. Este gira alrededor del centro.”.
[11] Jung cita el siguiente fragmento de un tratado del Codex Brucianus:
“Este mismo es quien (Monogenes) mora en la Mónada, que está en el
Setheus y que proviene del lugar del cual nadie puede decir dónde está ... De
él proviene la Monada a la manera de un navío, cargado con toda clase de
buenas cosas, y a la manera de un campo, lleno de toda suerte de
árboles, y a la manera de una ciudad, colmada con todas las razas de la
humanidad ...Tal es la condición de la Mónada que tiene en si todas estas
cosas: hay doce mónadas que cual corona le ciñen la cabeza ... Y en el velo que
la rodea como una muralla con torres [...] hay doce puertas ... Esta es la
Ciudad-Madre [...] del Único Engendrado [...].”(Jung, 1957: 127 nota 3).
En
este texto gnóstico encontramos representaciones parecidas a las del sueño: antigua
ciudad=ciudad, ola de arena=velo que la rodea como muralla,
nuevos seres=todas las razas de la humanidad.
[12] Cf. Jung, 1957: 123 Figura 23: Poliphile rodeado por doncellas.
[13] Téngase presente en relación a esto, que el sueño se vio interrumpido
por razones ajenas a la soñante.