Materiales para el estudio de los sacrificios humanos (7)
Andrés
En este trabajo se examina el
sacrificio de Ifigenia presentado en el Agamenón de Esquilo como parte
de un estudio mas amplio sobre los sacrificios humanos en las sociedades
tradicionales.
El Agamenón de Esquilo. El
Agamenón, junto a otras dos piezas con las cuales esta encadenada, Coéferos
y Euménides, forma parte de la que posiblemente es la mas representativa
obra de Esquilo, La Orestía, en la que se cuenta el asesinato de
Agamenón a manos de su esposa Clitemnestra, el castigo de esta por el hijo de
ambos Orestes, y la purificación del matricida, siendo la única trilogía de
Esquilo que ha llegado completa a nosotros (Esquilo, 1995: 211-212).
Traducciones empleadas en este
trabajo. En este trabajo seguimos en principio la traducción rítmica del Agamenón
hecha por Manuel Fernández-Galiano en Esquilo Tragedias Completas
[Editorial Planeta S.A., 2000. Biblioteca La Nación, pp. 127-188]; pero también
nos servimos de la traducción hecha por José Alsina Clota en Esquilo
Tragedias Completas [Ediciones Altaya S.A. Barcelona, 1995. Clásicos de la
Literatura Universal 18, pp.227-309].
I. El sacrificio de Ifigenia
en el Agamenón de Esquilo. La causa del sacrificio de Ifigenia y su
descripción es cantado por el Coro en seis estrofas y antístrofas con un
epodo, en Agamenón 104-257.
A. El sacrificio de Ifigenia y
la irritación de Artemisa como causa. Señala Otto que Artemisa esta
vinculada íntimamente con animales y árboles y precisamente ningún poeta habla
de modo tan emocionante acerca de su solicitud para con los animales salvajes como Esquilo en el
texto que consideramos. En este, la sagrada Artemis tiene lastima de una liebre
preñada, a la que unas Águilas matan y destripan (Otto, 1976: 68):
Canto cómo al poderío dual que a los Griegos gobiernay domina concorde 110a los mozos aqueos augurios briososhacia el teucro país enviaron con manosvengadoras y lanzas: los dos almirantes y dos reyes de[aves, el uno con cola 115de albas plumas y el otro de negras. Patentes al ladodel palacio mostráronse; en liebrese cebaban de vientre preñado que roto ya el curso veíade sus últimas carreras. 120<<¡Ay, lino!>>, di <<¡Ay, lino y que venza al final la fortuna!>>
Calcante, el adivino de la hueste, tras interpretar el portento [donde identifica a las águilas con los Atridas que mandan la hueste,
la que vaticina tomaría Troya] advierte sobre la irritación de Artemis:
<< ... mas no venga
un golpe
fatídico acaso y nos suma en
tiniebla el bocado marcial
[para Ilion ya forjado.
Pues se apiada la pura
Ártemis de ese animal y a los
[canes 135
alados del padre divino
guarda rencor porque así
aniquilaron a liebre y camada
y odia su impío banquete.>>
Los signos animan [Troya será tomada] a la vez que desaprueban [la muerte de la liebre provoca la irritación de Artemis], por lo que el adivino agrega:
... y
yo por mi parte
145
al dios Peán, el sanador,
invoco
por que a los Dánaos no
inflija la diosa perpetua bonan-
[za ni hostiles
vientos que varen las naves
...
B. La varadura de las naves
por vientos contrarios y el carácter propiciatorio del sacrificio de Ifigenia.
Tal como advirtió Calcante, la flota griega será retenida por vientos
contrarios:
Es entonces cuando el adivino dice que es preciso sacrificar a Ifigenia para que los vientos cambien:
con las tripas vacías
eran los Griegos por la
inacción
190
y calma atormentados
Porque el viento del Estrimón
detención, hambre, riesgo
traía
a los barcos ...
Es entonces cuando el adivino dice que es preciso sacrificar a Ifigenia para que los vientos cambien:
mas anuncio el augur
la amarga medicina
200
de Ártemis ...
No sin dolor Agamenón reconoce la
necesidad del sacrificio:
Y dijo el mayor: <<Grave sino
205
no obedecer, pero grave a una
hija,
el orgullo
de mi casa, degollar
manchando mis manos en chorro brotado
de una virgen moribunda. ¿Hay
algo 210
que este libre de males?
¿Cómo escapo a la escuadra
dejando a mis aliados?
Lícito es desear con ansia
el sacrificio que amanse
215
al viento con virginal
sangre. ¡Para bien sea!
El carácter propiciatorio del
sacrificio de Ifigenia se señala expresamente en Agamenón 224-227:
Osó de su hija ser verdugo en
aras
de una mujer, como rito
225
que a la flota acercara
propicios a los dioses.
C. Descripción del sacrificio.
El sacrificio de Ifigenia se describe en Agamenón 228-247. Según esta, de nada
valieron a Ifigenia sus suplicas ni su edad para evitar ser sacrificada:
Y nada para los belicosos
jefes valieron voces ni
suplicas
filiales ni la tierna edad
230
de la doncella ...
Tras unas preces, Agamenón manda
a sus siervos que mantengan a Ifigenia sobre el altar y la amordacen:
.... y mandó a los siervos
su padre que tras las preces,
como
a cabrilla ritual, la
mantuvieran
sobre el ara a la fuerza,
envuelta en sus
vestiduras, 235
y su queja agorera
sofocase la muda
violencia de una dura mordaza.
El momento en que Ifigenia es
sacrificada, se cuenta en el siguiente pasaje:
Y caía hasta el suelo su gualda
túnica[1] y
se esbozaba
240
como en un cuadro su silueta
queriendo hablar con
suplicantes ojos ...
El coro poco antes de concluir
expresa que la amarga medicina indicada por el Calcante fue apropiada:
Ni sé ni cuento lo que siguió,
mas no mintieron Calcante y
su arte.
II. Notas sobre el contexto
religioso del sacrificio de Ifigenia. El sacrificio de Ifigenia supone un
contexto religioso sobre el que formulamos algunas observaciones:
A. Artemisa y el sacrificio de Ifigenia. El
sacrificio de Ifigenia tiene su origen en la irritación de Artemisa y presenta
un claro carácter propiciatorio. En relaciona esta diosa interesa saber que:
1. Sacrificios humanos en el
culto de Artemisa. Señala Walter F.
Otto que se hicieron sacrificios humanos en culto de Artemisa, para lo que
remite a Pausanias 7,19,4. Tras referirse al sacrificio de Ifigenia en
Eurípides (If. Taur. 21) agrega que: “En Melite, el suburbio occidental
de Atenas, estaba el templo de Artemis Aristobule, lugar donde se tiraron hasta
épocas tardías los cuerpos de los ajusticiados y los nudos que habían servido a
los suicidas (Plutarco, Temíst. 22). También en Rodas se la veneró fuera
de las puertas de la ciudad y en la fiesta de Cronión se mato en su honor y
ante su estatua un criminal condenado (Porfir. De abstin. 2, 54; Usener,
Götternamen 51 “Nombre de dioses”).”
(Otto, 1976: 70-71).
2. La virginidad de Artemisa y la de Ifigenia.
En Agamenón 210 y 216 se hace referencia a la virginidad de Ifigenia. Ahora
tengamos presente que se consideraba que las vírgenes estaban emparentadas con
Artemisa (Flacelière, 1965: 47), una de cuyas características es su naturaleza
virginal, por lo que ya desde la época de Homero se la denomina generalmente “Virgen”
o “Doncella” (Otto, 1976: 65 y 67).
B. Detalles de interés para la
comprensión del sacrificio de Ifigenia. Los siguientes detalles presentan
particular interés para la comprensión
del sacrificio de Ifigenia:
1. Asimilación de Ifigenia a
una cabrilla ritual. Las victimas comunes de los sacrificios eran bueyes,
cabras, corderos y cerdos (Guiraud, 1915: 303). En Agamenón 232-233 se asimila
a Ifigenia a una cabrilla ritual:
...
como
a cabrilla
ritual, la mantuvieran
sobre el
ara ...
Como se explica en un trabajo
anterior [Salvador, Andrés O. R. y Zagert, Liliana B. Los sacrificios
humanos y el sistema del mundo de las sociedades tradicionales (2). ITGD.
Corrientes, 2001] son numerosos los testimonios relativos a la
identificación ritual de los hombres con animales y vegetales en las sociedades
tradicionales, señalándose la existencia de lo que se llama una solidaridad mística.
2. La virginidad de Ifigenia y
la pureza física. Cuando se sacrificaba un animal, este debía ser puro,
exento de toda tara y de toda corrupción (Flacelière, 1965: 46), en este
sentido las vírgenes, como Ifigenia, eran consideradas físicamente puras
(Flacelière, 1965: 47). Al tratar el culto de Diónisos y refiriéndose a la
continencia que las bacantes observaban antes de celebrar su rito, Alfred Loisy
anota que la interdicción sexual, como condición de pureza litúrgica, no
procede originariamente de un sentimiento de delicadeza moral, sino que mas
bien se consideró que el cumplimiento de las funciones religiosas requería en
aquellos que participaban una integridad de virtud física y mágico-religiosa,
contra la cual atentaba la relación sexual, disminuyéndola y agotándola; de ahí
la incapacidad, “la impureza” que resultaba (Loisy, 1990:26 nota 9).
3. Juventud de Ifigenia.
En relación a la juventud de Ifigenia, téngase presente que según Maury [en Histoire des religions de la Grèce antique,
citada por Guiraud, 1915: 303], en los sacrificios de animales, las victimas
habían de ser de poca edad, por ejemplo, los bueyes no debían contar a lo sumo
mas de cinco años.
4. Inclinación del rostro
hacia la tierra. En la traducción de Alsina Clota se lee que cuando
Agamenón manda a sus siervos que mantengan a Ifigenia sobre el altar, estos la
colocan:
con el
rostro inclinado hacia la tierra
Este detalle es significativo, ya
que cuando las victimas consistían en animales domésticos y el sacrificio era
hecho para los dioses del Olimpo, se los inmolaba con la cabeza elevada, pero
cuando eran ofrecidos a las divinidades infernales, a los héroes o a los
muertos, se los inmolaba con la cabeza inclinada hacia la tierra (Rich, 1883: Hostia:
323).
4 .Conclusiones.
Podemos concluir que el sacrificio de Ifigenia presentado por Esquilo debe examinarse atendiendo a su contexto religioso. En orden a esto:
1. Seria del mayor interés comparar este relato con el sacrificio de Ifigenia descrito por Euripides en su obra Ifigenia en Áulide.
2. También seria recomendable examinar con mayor detalle el sacrificio de animales entre los griegos por cuanto pareciera, a tenor del texto estudiado, que el sacrificio humano reproduce el de estos.
5.Bibliografía.
Giraud, Paul 1925:
Historia Griega.
Madrid, ed. Daniel Jorro, trad. cast. de Domingo Vaca, 1925.
Loisy, Alfred 1990:
Los misterios
paganos y el misterio cristiano.
Barcelona, ed. Paidos, trad. cast. de Ana P. de Goldar, 1990.
Otto, Walter F. 1976:
Los
dioses de Grecia.
Buenos Aires, ed. Eudeba, trad. cast. de Rodolfo Berge y Adolfo Murguia Zuriarrain, 1976.
Rich,
Anthony 1883:
Dictionnaire des Antiquités Romaines et Grecques.
Paris, ed. Librairie de
Firmin-Didot et Cie, trad. francesa de M. Chéruel, 1883.
6. Notas.
[1] Alsina Clota que traduce esta parte del texto:
Y en tanto iba virtiendo
azafranados tintes,
señala en nota [14] que esto puede entenderse como: a) la sangre de Ifigenia, o b) sus ropas; remitiendo al trabajo de Lloyd-Jones [<<The robes of Iphigenia>>, Classical Review, 66-1952, págs. 132 y ss (Esquilo,1995: 216)] (Esquilo,1995: 239).