Notas sobre la prostitución sagrada en la antigüedad
Una aproximación desde la Historia de las Religiones
Andrés Salvador
Un fenómeno de
la antigüedad que ha excitado la imaginación de los hombres, es el de la
prostitución sagrada; esta practica de la que participaban tanto mujeres como
hombres comprendía como mostraremos a la unión sexual como rito y debe
distinguirse de la prostitución (profana) presente en las civilizaciones
modernas.
Como modo de
comprender el escenario sociocultural sobre el que se articulaba la
practica (3) intentaremos aquí una
aproximación a la cuestión desde la perspectiva de la historia de las
religiones procurando conocer el complejo mítico - ritual que implicaba la
costumbre y en donde se integraba.
La religiosidad cósmica. El complejo mítico-ritual que implica la prostitución sagrada se
integraba en lo que Mircea Eliade (1)
denominara << Religiosidad Cósmica>> o <<Sacralidad
Cósmica>> . Esta puede considerarse como un fondo común (2) muy arcaico,
neolítico, que fue posible por la invención de la agricultura (3). Este
descubrimiento reveló todo un universo espiritual que permitió ciertas
experiencias religiosas por las que el hombre capto la idea del ciclo
nacimiento, vida, muerte, renacimiento y valoro su propia existencia integrada en
el ciclo cósmico. El hombre neolítico comparó por primera vez la vida humana
con la vida de una flor, de una planta, haciéndose místicamente solidario de la
misma. La condición humana compartía así el destino de la planta y por ello
mismo se integraba en un ciclo infinito de nacimientos, de muertes y de
renacimientos.
Es en el neolítico que nacieron las grandes metáforas que se mantienen desde el Antiguo Testamento hasta nosotros: << El hombre es como la hierba del campo>> y otras muchas. No hay que entender este tema como una lamentación sobre el carácter efímero de la planta sino como un mensaje optimista, como un reconocimiento del círculo eterno de la vegetación y de la vida. De allí que este sistema religioso integrar todos los simbolismos de la fecundidad, de la muerte y del renacimiento: La tierra madre, la Luna, la Vegetación, la Mujer, etc.
Durante el paleolítico la relación entre el hombre y la planta no era en absoluto evidente, tampoco lo era la unidad de la vida y la muerte, esto lo fue a partir del trabajo agrícola. La relación que se estableció entre la fecundidad de la tierra y la fecundidad de la mujer posibilitar que‚ esta adquiera una enorme importancia religiosa a la vez que económico - social en virtud de su solidaridad mística con la tierra, que garantiza la fecundidad y en consecuencia la vida. La mujer cuya importancia religiosa no era evidente en el paleolítico pasar con la agricultura a ocupar un lugar importantisimo en la jerarquía religiosa (4).
El cazador primitivo no podía captar la santidad y el misterio de la fecundidad de la tierra igual que podía hacerlo el cultivador. Entre estos dos niveles de valores religiosos hay una ruptura evidente. Antes eran los huesos de la pieza cazada los que tenían un significado sagrado, luego los valores religiosos se referir n en especial al hombre y a la mujer cuya unión tenía por modelo, como veremos, la hierogamia cósmica. La invención de la agricultura permitir al hombre profundizar en el carácter cíclico de la vida. Bien entendido, el cazador primitivo sabía perfectamente que la caza pare en primavera. Pero es el agricultor el que captó la relación causal entre semilla y cosecha, así como la analogía entre semilla vegetal y semilla humana, lo que como dijimos afirmar la importancia de la mujer (5).
Es así como a través de un descubrimiento técnico, la agricultura, se revela a la conciencia humana un misterio mucho mayor que el que contemplaba el cazador; se descubre ahora que el cosmos es un organismo vivo, regido por un ciclo en que la vida esta íntima y necesariamente ligada a la muerte, pues la semilla no puede renacer sino a través de su propia muerte (6).
Es en el neolítico que nacieron las grandes metáforas que se mantienen desde el Antiguo Testamento hasta nosotros: << El hombre es como la hierba del campo>> y otras muchas. No hay que entender este tema como una lamentación sobre el carácter efímero de la planta sino como un mensaje optimista, como un reconocimiento del círculo eterno de la vegetación y de la vida. De allí que este sistema religioso integrar todos los simbolismos de la fecundidad, de la muerte y del renacimiento: La tierra madre, la Luna, la Vegetación, la Mujer, etc.
Durante el paleolítico la relación entre el hombre y la planta no era en absoluto evidente, tampoco lo era la unidad de la vida y la muerte, esto lo fue a partir del trabajo agrícola. La relación que se estableció entre la fecundidad de la tierra y la fecundidad de la mujer posibilitar que‚ esta adquiera una enorme importancia religiosa a la vez que económico - social en virtud de su solidaridad mística con la tierra, que garantiza la fecundidad y en consecuencia la vida. La mujer cuya importancia religiosa no era evidente en el paleolítico pasar con la agricultura a ocupar un lugar importantisimo en la jerarquía religiosa (4).
El cazador primitivo no podía captar la santidad y el misterio de la fecundidad de la tierra igual que podía hacerlo el cultivador. Entre estos dos niveles de valores religiosos hay una ruptura evidente. Antes eran los huesos de la pieza cazada los que tenían un significado sagrado, luego los valores religiosos se referir n en especial al hombre y a la mujer cuya unión tenía por modelo, como veremos, la hierogamia cósmica. La invención de la agricultura permitir al hombre profundizar en el carácter cíclico de la vida. Bien entendido, el cazador primitivo sabía perfectamente que la caza pare en primavera. Pero es el agricultor el que captó la relación causal entre semilla y cosecha, así como la analogía entre semilla vegetal y semilla humana, lo que como dijimos afirmar la importancia de la mujer (5).
Es así como a través de un descubrimiento técnico, la agricultura, se revela a la conciencia humana un misterio mucho mayor que el que contemplaba el cazador; se descubre ahora que el cosmos es un organismo vivo, regido por un ciclo en que la vida esta íntima y necesariamente ligada a la muerte, pues la semilla no puede renacer sino a través de su propia muerte (6).
Los mitos. Dicho esto
debemos tener presente que para las sociedades arcaicas y tradicionales el
tiempo mítico de los orígenes es un tiempo transfigurado por la presencia
activa, creadora de los seres sobrenaturales. Los mitos constituyen la historia
de estos seres sobrenaturales, historia esta que se considera verdadera (por
que se refiere a realidades) y sagrada ( por que es obra de los seres
sobrenaturales). Por el hecho mismo de relatar el mito, las gestas de los seres
sobrenaturales y la manifestación de sus poderes sagrados, se convierte (el
mito) en el modelo ejemplar de todos los ritos y actividades humanas
significativas: tanto la alimentación o el matrimonio como el trabajo, la
educación, el arte, o la sabiduría. Este tiempo mítico <<sagrado>>
era indefinidamente recuperable ritualmente. Escribe Eliade: "el
<<primitivo>> , el hombre arcaico no conoce ningún acto que no haya
sido planteado y vivido anteriormente por otro, otro que no era un hombre. Lo
que él hace, ya se hizo. Su vida es la repetición ininterrumpida de gestos
inaugurados por otros." (7).
El complejo mítico-ritual de la prostitución sagrada. Para establecerlo consideraremos los siguientes asuntos:
Ritos matrimoniales y prostitución sagrada. Los mitos le ofrecen al hombre de las sociedades arcaicas,
entonces, no solo una explicación del mundo y de su propio modo de existir en el mundo, sino que
le permiten al rememorarlos, al reactualizarlos, ser capaz de repetir lo que
los Dioses, los Héroes o los Antepasados hicieron ab origine, así:
"Los ritos matrimoniales tienen también un modelo divino, y el casamiento humano reproduce la hierogamia (8), mas particularmente la unión entre el cielo y la tierra. (...) En el Atharva Veda (XIV, 2, 71) el casado y la casada se asimilan al cielo y a la tierra, mientras que en otro himno cada acción nupcial está justificada por un prototipo de los tiempos míticos (...). En el ritual de la procreación, transmitido por la Brhadaranyaka Upanisad, el acto generador se convierte en una hierogamia de proporciones cósmicas que moviliza a todo un grupo de dioses (...). Dido celebra su casamiento con Eneas en medio de una violenta tempestad; la unión de éstos, coincide con la de los elementos; el cielo abraza a su esposa, dispensando la lluvia fertilizante. En Grecia los ritos matrimoniales imitaban el ejemplo de Zeus, que se unió secretamente con Hera. Diodoro de Sicilia (V, 72, 4) nos asegura que la hierogamia cretense era imitada por los habitantes de la isla; en otros términos la unión matrimonial hallaba justificación en un acontecimiento primordial que ocurrió << en aquel tiempo>> ." (9). Conocer los mitos es aprender el secreto del origen de las cosas. En otros términos: se aprende no solo como las cosas han llegado a la existencia, sino también donde encontrarlas y como hacerlas reaparecer cuando desaparecen. En este sentido el hombre asume una responsabilidad en el plano cósmico ( diferente de las responsabilidades de orden moral, social o histórico únicas que conocen las civilizaciones modernas) como es la de colaborar en la creación del cosmos, la de crear su propio mundo, la de asegurar la vida de las plantas y de los animales etc.. De aquí que interesa destacar la estructura Cosmogónica de los ritos matrimoniales: " ...; no se trata tan solo de imitar un modelo ejemplar, la hierogamia entre el cielo y la tierra; se tienen en cuenta sobre todo los resultados de esta hierogamia, es decir, la creación cósmica. Por eso cuando en Polinesia una mujer estéril desea ser fecundada, imita el gesto ejemplar de la Madre Primordial, que, in illo tempore, fue tendida en la tierra por el Gran Dios, Io. En esta ocasión se relata también el mito cosmogónico. Por el contrario, cuando se trata del divorcio, se entona una encantación, en la cual se invoca la << separación del cielo y de la tierra>>. La narración ritual del mito cosmogónico, con ocasión de los nacimientos, continua utilizándose en numerosos pueblos; ..."(10).
El mito cosmogónico que relata como vino a la existencia el cosmos y al que se equiparan desde el punto de vista de la estructura los mitos de origen, servirá como señala Eliade:
"de modelo ejemplar no solo en las ceremonias matrimoniales, sino también en cualquier otra ceremonia que tenga como finalidad la restauración de la plenitud integral; por esto se narra el mito de la creación del mundo cuando se trata de curaciones, de fecundidad, alumbramiento, trabajos agrícolas, etc.. La cosmogonía representa la creación por excelencia. Demeter se unió a Jasón sobre la tierra recientemente sembrada, al principio de la primavera. El sentido de esta unión es claro: contribuye a promover la fertilidad del suelo, el prodigioso impulso de las fuerzas de la creación telúrica. Esta era una costumbre bastante frecuente hasta el siglo pasado, en el norte y centro de Europa (testigo de ello son las costumbres de unión simbólica de las parejas en los campos). En China, las jóvenes parejas iban en primavera a unirse sobre el césped, para estimular la << regeneración cósmica>> y la << germinación universal>>: En efecto, toda unión humana encuentra su modelo y justificación en la hierogamia, la unión cósmica de los elementos. El libro IV de Li Chi, el Yue Ling ( libro de las prescripciones mensuales), establece que las esposas deben presentarse al emperador para cohabitar con él el primer mes de la primavera, cuando se oye el trueno. El ejemplo cósmico es seguido también por el soberano y por todo el pueblo. La unión marital es un rito incorporado al rito cósmico, que adquiere su validez gracias a dicha integración. Todo el simbolismo paleooriental del casamiento puede explicarse por medio de modelos celestes. Los súmerios celebraban la unión de los elementos el día de Año Nuevo; en todo el oriente antiguo, ese mismo día es señalado tanto por el mito de la hierogamia como por los ritos de la unión del rey con la diosa. Es en el día de Año Nuevo cuando Ishtar se acuesta en compañía de Tammuz, y cuando el rey reproduce esa hierogamia mítica cumpliendo la unión ritual con la diosa ( es decir, con la hieródula que la representa en la tierra) en una cámara secreta del templo, en la que se halla el lecho nupcial de la diosa (11). La unión divina asegura la fecundidad terrestre; cuando Ninlil se une con Enlil, la lluvia empieza a caer. Esa misma fecundidad queda asegurada por la unión ceremonial del rey, la de las parejas en la tierra, etc. El mundo se regenera cada vez que imita la hierogamia, es decir, cada vez que se lleva a cabo la unión matrimonial (...) El casamiento regenera al <<año>> y por consiguiente confiere la fecundidad, la opulencia y la felicidad." (12).
Una de las formas mas difundidas de la religiosidad cósmica era la de la prostitución sagrada, en la que la unión sexual con la prostituta constituía un rito, que se legitimaba por un modelo extrahumano: la hierogamia mítica de Ishtar y Tammuz era reproducida por el rey con la hieródula (13).
"Los ritos matrimoniales tienen también un modelo divino, y el casamiento humano reproduce la hierogamia (8), mas particularmente la unión entre el cielo y la tierra. (...) En el Atharva Veda (XIV, 2, 71) el casado y la casada se asimilan al cielo y a la tierra, mientras que en otro himno cada acción nupcial está justificada por un prototipo de los tiempos míticos (...). En el ritual de la procreación, transmitido por la Brhadaranyaka Upanisad, el acto generador se convierte en una hierogamia de proporciones cósmicas que moviliza a todo un grupo de dioses (...). Dido celebra su casamiento con Eneas en medio de una violenta tempestad; la unión de éstos, coincide con la de los elementos; el cielo abraza a su esposa, dispensando la lluvia fertilizante. En Grecia los ritos matrimoniales imitaban el ejemplo de Zeus, que se unió secretamente con Hera. Diodoro de Sicilia (V, 72, 4) nos asegura que la hierogamia cretense era imitada por los habitantes de la isla; en otros términos la unión matrimonial hallaba justificación en un acontecimiento primordial que ocurrió << en aquel tiempo>> ." (9). Conocer los mitos es aprender el secreto del origen de las cosas. En otros términos: se aprende no solo como las cosas han llegado a la existencia, sino también donde encontrarlas y como hacerlas reaparecer cuando desaparecen. En este sentido el hombre asume una responsabilidad en el plano cósmico ( diferente de las responsabilidades de orden moral, social o histórico únicas que conocen las civilizaciones modernas) como es la de colaborar en la creación del cosmos, la de crear su propio mundo, la de asegurar la vida de las plantas y de los animales etc.. De aquí que interesa destacar la estructura Cosmogónica de los ritos matrimoniales: " ...; no se trata tan solo de imitar un modelo ejemplar, la hierogamia entre el cielo y la tierra; se tienen en cuenta sobre todo los resultados de esta hierogamia, es decir, la creación cósmica. Por eso cuando en Polinesia una mujer estéril desea ser fecundada, imita el gesto ejemplar de la Madre Primordial, que, in illo tempore, fue tendida en la tierra por el Gran Dios, Io. En esta ocasión se relata también el mito cosmogónico. Por el contrario, cuando se trata del divorcio, se entona una encantación, en la cual se invoca la << separación del cielo y de la tierra>>. La narración ritual del mito cosmogónico, con ocasión de los nacimientos, continua utilizándose en numerosos pueblos; ..."(10).
El mito cosmogónico que relata como vino a la existencia el cosmos y al que se equiparan desde el punto de vista de la estructura los mitos de origen, servirá como señala Eliade:
"de modelo ejemplar no solo en las ceremonias matrimoniales, sino también en cualquier otra ceremonia que tenga como finalidad la restauración de la plenitud integral; por esto se narra el mito de la creación del mundo cuando se trata de curaciones, de fecundidad, alumbramiento, trabajos agrícolas, etc.. La cosmogonía representa la creación por excelencia. Demeter se unió a Jasón sobre la tierra recientemente sembrada, al principio de la primavera. El sentido de esta unión es claro: contribuye a promover la fertilidad del suelo, el prodigioso impulso de las fuerzas de la creación telúrica. Esta era una costumbre bastante frecuente hasta el siglo pasado, en el norte y centro de Europa (testigo de ello son las costumbres de unión simbólica de las parejas en los campos). En China, las jóvenes parejas iban en primavera a unirse sobre el césped, para estimular la << regeneración cósmica>> y la << germinación universal>>: En efecto, toda unión humana encuentra su modelo y justificación en la hierogamia, la unión cósmica de los elementos. El libro IV de Li Chi, el Yue Ling ( libro de las prescripciones mensuales), establece que las esposas deben presentarse al emperador para cohabitar con él el primer mes de la primavera, cuando se oye el trueno. El ejemplo cósmico es seguido también por el soberano y por todo el pueblo. La unión marital es un rito incorporado al rito cósmico, que adquiere su validez gracias a dicha integración. Todo el simbolismo paleooriental del casamiento puede explicarse por medio de modelos celestes. Los súmerios celebraban la unión de los elementos el día de Año Nuevo; en todo el oriente antiguo, ese mismo día es señalado tanto por el mito de la hierogamia como por los ritos de la unión del rey con la diosa. Es en el día de Año Nuevo cuando Ishtar se acuesta en compañía de Tammuz, y cuando el rey reproduce esa hierogamia mítica cumpliendo la unión ritual con la diosa ( es decir, con la hieródula que la representa en la tierra) en una cámara secreta del templo, en la que se halla el lecho nupcial de la diosa (11). La unión divina asegura la fecundidad terrestre; cuando Ninlil se une con Enlil, la lluvia empieza a caer. Esa misma fecundidad queda asegurada por la unión ceremonial del rey, la de las parejas en la tierra, etc. El mundo se regenera cada vez que imita la hierogamia, es decir, cada vez que se lleva a cabo la unión matrimonial (...) El casamiento regenera al <<año>> y por consiguiente confiere la fecundidad, la opulencia y la felicidad." (12).
Una de las formas mas difundidas de la religiosidad cósmica era la de la prostitución sagrada, en la que la unión sexual con la prostituta constituía un rito, que se legitimaba por un modelo extrahumano: la hierogamia mítica de Ishtar y Tammuz era reproducida por el rey con la hieródula (13).
Israel y la prostitución sagrada. El culto de Baal y de Belit contra el que con indignación y
dolor se pronunciaron los Profetas, era una religión de estructura cósmica que
poseía una inmensa grandeza, era la manifestación de la sacralidad del mundo, a
través de una diosa, a través de la hierogamia, a través de la orgía. La religiosidad cósmica será
denunciada por los Profetas como la idolatría por excelencia. Estos lograrán la
desacralización de la naturaleza y la desvalorización de la actividad cultual a
la vez que los acontecimientos históricos, en la medida que vienen determinados
por la voluntad de Dios, tendrán valor por si mismos, adquiriendo una
significación religiosa (14).
Es en este contexto que debemos entender la condena formal de Israel a la practica de la prostitución sagrada, la que era un rito capital de fecundidad para los pueblos de Canaán. Bajo los Jueces los Israelitas: "Copian cierto número de practicas cananeas en relación con la agricultura y hasta algunos ritos orgiásticos. El proceso de asimilación se intensifica ulteriormente, bajo la monarquía, y hasta hay noticias de que se practicaba la prostitución sagrada de ambos sexos." (15). En el siglo VIII el Profeta Oseas clama: " Sobre las cimas de los montes sacrifican y sobre las colinas queman ofrendas bajo la encina, el álamo y el terebinto, por que es grata su sombra. Por eso se prostituyen vuestras hijas y vuestras nueras comenten adulterio... y con las hieródulas ofrecen sacrificio." (Oseas, 4, 13-14).
Escribe Pritchard:" Un siglo mas tarde, el autor del Deuteronomio, teniendo a la vista la antiquísima practica de la prostitución sagrada, establece en ese documento, código religioso de Israel, su prohibición. Pero en lugar de mencionar directamente al sodomita o al varón prostituto, introdujo el título oprobioso de "perro"." (16): "No habrá cortesana sagrada entre las hijas de Israel; no habrá prostituidos sagrados entre los hijos de Israel. No llevarás nunca a la casa del Señor tu Dios, para una ofrenda votiva, la ganancia de una prostituta o el salario de un 'perro', pues tanto una como otro son una abominación para el Señor tu Dios."(Deuteronomio 23,18-19). Notemos- que fuera de los casos de prostitución sagrada, la prostitución no fué objeto de censura especial aunque la literatura sapiencial, mostrando un progreso con respecto a los antiguos relatos, pone en guardia contra sus peligros (17) .
Es en este contexto que debemos entender la condena formal de Israel a la practica de la prostitución sagrada, la que era un rito capital de fecundidad para los pueblos de Canaán. Bajo los Jueces los Israelitas: "Copian cierto número de practicas cananeas en relación con la agricultura y hasta algunos ritos orgiásticos. El proceso de asimilación se intensifica ulteriormente, bajo la monarquía, y hasta hay noticias de que se practicaba la prostitución sagrada de ambos sexos." (15). En el siglo VIII el Profeta Oseas clama: " Sobre las cimas de los montes sacrifican y sobre las colinas queman ofrendas bajo la encina, el álamo y el terebinto, por que es grata su sombra. Por eso se prostituyen vuestras hijas y vuestras nueras comenten adulterio... y con las hieródulas ofrecen sacrificio." (Oseas, 4, 13-14).
Escribe Pritchard:" Un siglo mas tarde, el autor del Deuteronomio, teniendo a la vista la antiquísima practica de la prostitución sagrada, establece en ese documento, código religioso de Israel, su prohibición. Pero en lugar de mencionar directamente al sodomita o al varón prostituto, introdujo el título oprobioso de "perro"." (16): "No habrá cortesana sagrada entre las hijas de Israel; no habrá prostituidos sagrados entre los hijos de Israel. No llevarás nunca a la casa del Señor tu Dios, para una ofrenda votiva, la ganancia de una prostituta o el salario de un 'perro', pues tanto una como otro son una abominación para el Señor tu Dios."(Deuteronomio 23,18-19). Notemos- que fuera de los casos de prostitución sagrada, la prostitución no fué objeto de censura especial aunque la literatura sapiencial, mostrando un progreso con respecto a los antiguos relatos, pone en guardia contra sus peligros (17) .
Conforme con
lo hasta aquí expuesto, entendemos entonces que la prostitución sagrada
implicaría un complejo mítico ritual de estructura cosmogónica (la unión divina
reproducida en la tierra y que asegura su fecundidad) integrada en la
religiosidad cósmica.
(1) He consultado las siguientes obras de Mircea Eliade, las siglas entre paréntesis señalan como serán citadas en adelante: El mito del eterno retorno. Arquetipos y repetición (MER); Lo Sagrado y lo Profano ( SP); Mito y Realidad (MR); La Prueba del Laberinto. Conversaciones con Claude - Henri Rocquet (PL); Historia de las creencias y de las ideas religiosas. I. De la Prehistoria a los Misterios de Eleusis (HCIR I) y II De Gautama Buda al triunfo del Cristianismo ( HCIR II); Memoria I 1907-1937. Las promesas del equinoccio.
(2) Este fondo común comprende a las civilizaciones campesinas desde China y el sudeste de Asia hasta el Mediterráneo y Portugal, incluyendo también a antiguas culturas de América.
(3) Señala Eliade (PL, p.126): "La agricultura posee para la historia del Espíritu una importancia no menor que para la historia de la civilización material.".
(4) Cf. Eliade HCIR I. 12 La mujer y la vegetación. Espacio sagrado y renovación periódica del mundo. pp.56-60.
(5) La sacralidad femenina y maternal no era desconocida durante el paleolítico, pero el descubrimiento de la agricultura reforzó sensiblemente su poder.
(6) La actividad religiosa en la religión cósmica se centra en torno al misterio central de la renovación periódica del mundo. El misterio del nacimiento, la muerte y el renacer era identificado en el ritmo de la vegetación y la existencia humana se expresaba en términos tomados de la vida vegetal: la planta y el suelo fértil se asimilan a la mujer.
(7) Cf. Eliade MER, p.13.
(8) Cf. Eliade HCIR I Indice analítico: hieros gamos. p.599 y HCIR II Indice analítico: hieros gamos entre los antiguos celtas. p.632. Reinach, op.cit., Hierogamias pp.94-95.
(9) Cf. Eliade MER, pp.28-29.
(10) Cf. Eliade MER, p.29.
(11) El rey personificaba al dios y la hieródula a la diosa.
(12) Cf. Eliade MER, pp.29-30.
(13) El modelo legitimador cambia de un lugar y época a otra.
(14) Cf. Eliade MER La historia considerada como teofanía. pp.94-103; HCIR I 121. Valoración religiosa del <<terror de la historia>> pp.370-372.
(15) Cf. Eliade HCIR I p.201.
(16) Cf. Pritchard op.cit., p.155. Idem : Sexo, fertilidad y religión pp.153-156.
(17) Cf. Xavier Leon - Dufour, op.cit., pp.853-854. Ver : Sexualidad pp.850-854 particularmente : II. Sexualidad, sagrado y santidad, pp.852-853; III La practica y la intención, pp.853-854.
Asimov, Isaac. Guia de la biblia. antiguo testamento. Plaza & Janes , Editores, S.A. Barcelona 1988. Tribuna de Plaza & Janes 87. Traducción de Benito Gómez Ibañez.
Asimov, Isaac. La tierra de Canaan. Editor. Buenos Aires 1988. Raíces - Biblioteca de Cultura Judía 15. Traducción de Nestor A. Miguez.
Eliade, Mircea. El mito del eterno retorno. Arquetipos y repetición
Eliade, Mircea. Lo Sagrado y lo Profano. Editorial Labor, S.A. Barcelona, 1992. Colección Labor - Nueva Serie 21. Traducción de Luís Gil ( SP).
Eliade, Mircea. Memoria I 1907-1937. Las promesas del equinoccio. Taurus Ediciones, S.A. Madrid 1983. Ensayistas 205. Traducción de Carmen Peralta.
Eliade, Mircea. La Prueba del Laberinto. Conversaciones con Claude - Henri Rocquet. Ediciones Cristiandad. Madrid, 1980. Traducción de J. Valiente Malla (PL).
Eliade, Mircea. Historia de las creencias y de las ideas religiosas. I. De la prehistoria a los misterios de Eleusis. Ediciones Cristiandad S.L. Madrid 1978. Traducción de J. Valiente Malla (HCIR I). II De gautama buda al triunfo del cristianismo. ( HCIR II).
Eliade, Mircea. Mito y Realidad. Ediciones Guadarrama, S.A. Madrid, 1973. Colección Universitaria de Bolsillo Punto Omega 25. Traducción de Luis Gil (MR).
Frazer, J. G.. El folklore en el antiguo testamento. Fondo de Cultura Económica. México 1992. Sección de Obras de Antropología. Traducción de Gerardo Novas.
Kaufmann, Iejezkel. La época bíblica. Grandes épocas e ideas del pueblo judío I. Editorial Paidos. Buenos Aires 1964. Biblioteca de Ciencia e Historia de las Religiones. Colección Pocket 1. Traducción de Zoltan Szankay.
Leon - Dufour, Xavier. Vocabulario de teología bíblica. Editorial Herder. Barcelona 1990. Biblioteca Herder Seccion De Sagrada Escritura Volumen 66. Traducción de Alejandro Esteban Lator Ros.
Reinach, Salomon. Orfeo. Historia General de las Religiones. Ediciones Antonio Zamora. Buenos Aires 1977. Colección El Mundo Y El Hombre. Vol. 17. Traducción de Domingo Vaca. pp.94-95.
Wittmayer Baron, Salo. Historia social y religiosa del pueblo judío. Volumen I. Epoca antigua, Parte I. Editorial Paidos. Buenos Aires 1968. Biblioteca Ciencia e Historia de las Religiones. Colección Mayor 4. Traducción de Eduardo Goligorsky.
Zimerman, Hector J.. El judaísmo . Charlas en la facultad 1. En este texto se reúnen las clases impartidas por el autor en el Instituto de Teoría General del Derecho e Historia de la Cultura Jurídica ( Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas - UNNE) en octubre de 1993.