abril 15, 2007

Estudio sobre el nacionalismo en la Provincia de Corrientes

  Estudio sobre el nacionalismo en la Provincia de Corrientes
Informe de Campo Nº 1

Andrés Salvador

1.Introducción.

El propósito de estas notas es el de reunir alguna información preliminar que oriente la búsqueda de testimonios relativos a la actuación del Nacionalismo en la Provincia de Corrientes a lo largo del siglo XX, particularmente en el periodo 1930-1999. Para ello entrevistamos al Señor Luis Alcides Rossi Querin, reconocido dirigente nacionalista de la Provincia.

2. Antecedentes.

El Señor Luis Alcides Rossi Querin es un reconocido dirigente nacionalista de la Provincia, siendo considerado a nivel nacional un referente de esta corriente política en la misma. Enterado de nuestros propósitos accedió a colaborar de buen grado, no solo con su testimonio, sino comprometiéndose a  poner a nuestra disposición los documentos de que dispone y servir como enlace con otros eventuales informantes. En esta primera entrevista, hemos elaborado con él, una cronología tentativa de la actuación del Nacionalismo en la Provincia, mediante una desagregación por décadas que atienda a las personas, organizaciones y publicaciones que tuvieron presencia en ella, así como a algunos eventos que entiende significativos. También se señala quienes podrían eventualmente, facilitarnos testimonios y documentos sobre cada periodo en que la cronología es desagregada

3.Desarrollo.

Entrevistador: Andrés O. R. Salvador.
Informante: Luis Alcides Rossi Querin . [...] (3400) Corrientes Tel/Fax (0783) [...].
Lugar: Oficina del informante en la [...], Corrientes.
Día y hora de la entrevista: Lunes 03 de enero del 2000, de 09:45 a 11:00 hs.
Cuaderno de Campo: Notas pp.1-2.


CRONOLOGÍA TENTATIVA DE LA ACTUACIÓN DEL NACIONALISMO EN LA PROVINCIA DE CORRIENTES (1930-1990)
Periodo
Personas
Organizaciones (1)
Publicaciones (2)
Eventos significativos
Eventuales informantes
1930-1940
Raimundo Meabe.

Tomas Figueredo.



Horacio Rey.

 Andrés Custidiano.
1940-1950
David Uriburu.
Alianza Libertadora Nacionalista (1942-1945/6).

Movimiento Nacional
Sindicalista (1946-1949/50)
Firmeza.

Fortaleza.
Intervención Federal de Uriburu entre junio de 1943 a mayo de 1944
 Puigbó
1950-1960

Movimiento Nacionalista Tacuara
(1950-1955).

Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios UNES
(1945-1955).

Unión Federal (1955-1958/60).

Centros Populares (1958-1960).

Partido Federal Azul y Blanco de Corrientes.

 Azul y Blanco (Marcelo Sanchez Sorondo y Ricardo Curutchet).

El Sindicalista* (Rossi Querin).

Participación del Partido Federal Azul y Blanco de Corrientes en las elecciones de 1958.

Participación en el conflicto por la enseñanza laica o libre bajo la presidencia de Arturo Frondizi.
Miguel Angel Aguilar.

Eduardo Gómez.
1960-1970

Movimiento Nacional Comunitario Cuatro Flechas (1964/65-1968).

Verbo (1966) (3).

 Verbo.

Premisa.
 Incidentes con sectores estudiantiles universitarios de izquierda en la Facultad de Agronomía de la UNNE en 1969.

1970-1980

 IPSA.

Movimiento Unificado Nacionalista Argentino.

Fundación Carlos A. Sacheri (1975).

.

 Verbo.

Cabildo.
Visita de Carlos Alberto Sacheri a Corrientes, Goya y Mercedes.
 Miguel Angel Aguilar.
1980-1990

Movimiento Nacionalista de Restauración.
Verbo.

Cabildo.

El
Restaurador* .
Guerra de Malvinas.
Miguel Angel Aguilar.


4.Conclusiones.

Entiendo que en lo inmediato es necesario mejorar esta cronología mediante nuevas entrevistas con el mismo o nuevos informantes. Surge también la necesidad de  contribuir a la formación de un deposito documental (4)  que junto a los testimonios logrados haga posible un cuadro de las actividades del Nacionalismo en la Provincia de Corrientes que sea mas definido, solo entonces será posible desarrollar estudios de mayor complejidad.

5.Notas.

(1) Siempre que ha sido posible se han colocados entre paréntesis los años en los que estas organizaciones han sido activas en la Provincia.

(2) Se mencionan publicaciones nacionales y locales, estas ultimas se destacan con un asterisco.

(3) Dentro de este, actúa Carlos Alberto Sacheri, figura de relevancia para el Nacionalismo Argentino hijo del General Oscar Sacheri, oriundo de Corrientes.

(4) En este sentido estamos colaborando con la Biblioteca Santa Sofía [.. (3400) Corrientes] que de un tiempo atrás se ocupa de la conservación y ordenamiento del material disponible del Nacionalismo y Anarquismo en la Provincia.

Corrientes, 4 de enero del 2000.-

abril 01, 2007

Los sacrificios humanos y el sistema del mundo de las sociedades tradicionales (3)

Los sacrificios humanos y el sistema del mundo de las sociedades tradicionales (3)
Materiales para el estudio de los sacrificios humanos (4) 

Andrés Salvador y Liliana Zagert

1.Introducción.

Continuamos en este trabajo el examen del sistema del mundo de las sociedades tradicionales desde la desde la perspectiva de la Historia de las Religiones, que con el fin de conocer el contexto de la practica del homicidio ritual, iniciamos en Los sacrificios humanos y el sistema del mundo de las sociedades tradicionales (1) [ITGD. Corrientes, 2001] y en Los sacrificios humanos y el sistema del mundo de las sociedades tradicionales (2) [ITGD. Corrientes, 2001].

2. Antecedentes.

Asimilación de hombres a animales o vegetales. Como vimos en nuestro anterior trabajo (Salvador-Zagert, 2001b) son numerosos los testimonios relativos a la identificación ritual de los hombres con animales y vegetales en las sociedades tradicionales señalando la existencia de lo que llama una solidaridad mística (cf.: Eliade, 1978: 21 nota 3 y 56; Eliade-Couliano, 1992: 240-241).

La sangre y su asociación con la vida. La sangre será entendida como fuente de la vitalidad; la asociación de la sangre con la vida se presenta cuando el hombre cazador descubre que, cuando la sangre surgía de una bestia herida o de un semejante, la vida también se iba. (cf.: McNally-Florescu, 1978: 190; Eliade-Couliano, 1992: 40 y 42-43).

El mito en las sociedades arcaicas. En las sociedades arcaicas, los mitos, se entienden no como fábula, invención o ficción sino por el contrario como una historia verdadera de inapreciable valor por ser sagrada, ejemplar y significativa. Para las sociedades arcaicas y tradicionales el tiempo mítico de los orígenes es un tiempo transfigurado por la presencia activa, creadora de los seres sobrenaturales. (cf.: Eliade, 1985: 37-50, Eliade, 1992: 84-88, Eliade, 1994: 12-13 y 26; AAVV, 1993: 13-22).

El espacio, el tiempo y la manifestación de lo sagrado. Para el hombre religioso de las culturas arcaicas, el tiempo como el espacio no era homogéneo ni continuo y esto porque en ellos se advierte, una manifestación de lo sagrado que Eliade llama hierofanía, (cf.: Eliade, 1992: 63 y 19-20).

Mitos cosmogónicos y mitos de origen. Los acontecimientos míticos, que tuvieron lugar ab origine se constituyen por, los mitos cosmogónicos, es decir aquellos que relatan como vino a la existencia el cosmos y que se pueden equiparar a los mitos de origen, es decir aquella historia mítica que relata el origen de algo (cf.: Eliade, 1991: 10, Eliade, 1992: 70, Eliade, 1994: 28).

3. Desarrollo.

La sacralidad cósmica. El complejo mítico-ritual que implica la  practica de el homicidio ritual se integra en la denominada Religiosidad Cósmica o Sacralidad Cósmica, a la que corresponde caractericemos antes de referirnos a la reactualización periódica de los acontecimientos míticos. La Religiosidad Cósmica, puede considerarse como un fondo común (cf.: Eliade, 1973: 55-56) muy arcaico, neolítico, que fue posible por la invención de la agricultura (cf.: Eliade, 1978: 45-71). Este descubrimiento reveló todo un universo espiritual que permitió ciertas experiencias religiosas por las que el hombre capto la idea del ciclo nacimiento, vida, muerte, renacimiento y valoro su propia existencia integrada en el ciclo cósmico.

El hombre neolítico comparó por primera vez la vida humana con la vida de una flor, de una planta, haciéndose místicamente solidario de la misma. La condición humana compartía así el destino de la planta y por ello mismo se integraba en un ciclo infinito de nacimientos, de muertes y de renacimientos. Es en el neolítico que nacieron las grandes metáforas que se mantienen desde el Antiguo Testamento hasta nosotros: El hombre es como la hierba del campo y otras muchas. No hay que entender este tema como una lamentación sobre el carácter efímero de la planta sino como un mensaje optimista, como un reconocimiento del círculo eterno de la vegetación y de la vida.

De allí que este sistema religioso integrar  todos los simbolismos de la fecundidad, de la muerte y del renacimiento: La tierra madre, la Luna, la Vegetación, la Mujer, etc. Durante el paleolítico la relación entre el hombre y la planta no era en absoluto evidente, tampoco lo era la unidad de la vida y la muerte, esto lo fue a partir del trabajo agrícola. La relación que se estableció entre la fecundidad de la tierra y la fecundidad de la mujer posibilitar  que‚ esta adquiera una enorme importancia religiosa a la vez que económico - social en virtud de su solidaridad mística con la tierra, que garantiza la fecundidad y en consecuencia la vida. La mujer cuya importancia religiosa no era evidente en el paleolítico, pasa con la agricultura, a ocupar un lugar importantisimo en la jerarquía religiosa (cf.: Eliade, 1978: 56-60; Frazer, 1980: 35-63; Reinach, 1977: 94-95).

El cazador primitivo no podía captar la santidad y el misterio de la fecundidad de la tierra igual que podía hacerlo el cultivador. Entre estos dos niveles de valores religiosos hay una ruptura evidente. Antes eran los huesos de la pieza cazada los que tenían un significado sagrado, luego los valores religiosos se referirán en especial al hombre y a la mujer cuya unión tenía por modelo, como veremos, la hierogamia cósmica. La invención de la agricultura permitir  al hombre profundizar en el carácter cíclico de la vida.

Ahora bien, el cazador primitivo sabía perfectamente que la caza pare en primavera, pero es el agricultor el que captó la relación causal entre semilla y cosecha, así como la analogía entre semilla vegetal y semilla humana, lo que como dijimos afirmará la importancia de la mujer. Es así como a través de un descubrimiento técnico, la agricultura, se revela a la conciencia humana un misterio mucho mayor que el que contemplaba el cazador; se descubre ahora que el cosmos es un organismo vivo, regido por un ciclo en que la vida esta íntima y necesariamente ligada a la muerte, pues la semilla no puede renacer sino a través de su propia muerte.

Reactualización periódica de los acontecimientos míticos. Dijimos que el mito es el modelo ejemplar de todos los ritos y actividades humanas significativas (Salvador-Zagert, 2001b). El hombre arcaico, se esforzaba por no olvidar lo que había ocurrido in illo tempore y periódicamente, los acontecimientos míticos eran reactualizados, y, además vividos nuevamente: se repetía así la cosmogonía, los gestos ejemplares de los Dioses, los actos fundadores de civilización (cf.: Eliade, 1991: 10). Es decir, el tiempo mítico sagrado era entonces, indefinidamente recuperable ritualmente (cf.: Eliade, 1985: 26-32).

Con la reactualización ritual de los mitos, se asistía de nuevo a las obras creadoras de los seres sobrenaturales, se dejaba de existir en el mundo de todos los días y se penetraba en un mundo transfigurado, auroral, impregnado de la presencia de los seres sobrenaturales (cf.: Eliade, 1973: 31-32). No se trataba de una conmemoración de los acontecimientos míticos, sino de su reiteración (cf.: Eliade, 1973: 32). Las personas del mito se hacían presentes, uno se hacia su contemporáneo (cf.: Eliade, 1973: 32).

Esto implicaba que no se vivía ya en el tiempo cronológico, sino en el tiempo primordial, el tiempo en que el acontecimiento tuvo lugar por primera vez, era el tiempo prodigioso, sagrado (cf.: Eliade, 1973: 32). Escribe Eliade que, el <<primitivo>> , el hombre arcaico no conoce ningún acto que no haya sido planteado y vivido anteriormente por otro, otro que no era un hombre. Lo que él hace, ya se hizo. Su vida es la repetición ininterrumpida de gestos inaugurados por otros (cf.: Eliade, 1985: 13)

En este contexto, una existencia individual se hace y se mantiene como una existencia plenamente humana, responsable y significativa, en la medida en que se inspira en ese acervo de actos ya efectuados y de pensamientos ya  formulados, y el ignorar u olvidar el contenido de esta memoria colectiva constituida por la tradición equivale a una regresión al estado natural o a un  pecado, a un desastre (cf.: Eliade, 1994: 133).

Los mitos y la responsabilidad del hombre en el plano cósmico. Los mitos le ofrecen entonces al hombre de las sociedades arcaicas, no solo una explicación del mundo y de su  propio modo de existir en el mundo, sino que le permiten al rememorarlos, al reactualizarlos, ser capaz de repetir lo que los Dioses, los Héroes o los Antepasados hicieron ab origene (cf.: Eliade, 1994: 20).

Conocer los mitos es aprender el secreto del origen de las cosas. En otros términos: se aprende no solo como las cosas han llegado a la existencia, sino también donde encontrarlas y como hacerlas reaparecer cuando desaparecen (cf.: Eliade, 1973: 26). El repetir indefinidamente el mismo gesto Arquetípico revelado por el mito, no paralizo la iniciativa humana como podría parecer, antes bien , le permitió conquistar el mundo, organizarlo, transformando en paisaje natural en medio cultural (cf.: Eliade, 1973: 158-159).

En este sentido el hombre asume una responsabilidad en el plano cósmico (diferente de las responsabilidades de orden moral, social o histórico únicas que conocen las civilizaciones modernas) como es la de colaborar en la creación del cosmos, la de crear su propio mundo, la de asegurar la vida de las plantas y de los animales etc. (cf.: Eliade, 1992: 83).

4.Conclusiones.

Podemos concluir que:

1. El complejo mítico-ritual que implica la practica de el homicidio ritual se integra en la denominada Religiosidad Cósmica o Sacralidad Cósmica, a la que puede considerarse como un fondo común muy arcaico, neolítico, que fue posible por la invención de la agricultura la que reveló todo un universo espiritual que permitió ciertas experiencias religiosas por las que el hombre capto la idea del ciclo nacimiento, vida, muerte, renacimiento y valoro su propia existencia integrada en el ciclo cósmico. (cf.: Eliade, 1973: 55-56, Eliade, 1978: 45-71).

2. Al ser el mito el modelo ejemplar de todos los ritos y actividades humanas significativas, el hombre arcaico, se esforzaba por no olvidar lo que había ocurrido in illo tempore y periódicamente, los acontecimientos míticos eran reactualizados, y, además vividos nuevamente: se repetía así la cosmogonía, los gestos ejemplares de los Dioses, los actos fundadores de civilización Es decir, el tiempo mítico sagrado era entonces, indefinidamente recuperable ritualmente (cf.: Eliade, 1985: 26-32, Eliade, 1991: 10; Salvador-Zagert, 2001b).

3. El repetir indefinidamente el mismo gesto Arquetípico revelado por el mito, no paralizo la iniciativa humanar, antes bien , le permitió conquistar el mundo, organizarlo, transformando en paisaje natural en medio cultural; en este sentido el hombre asume una responsabilidad en el plano cósmico (cf.: Eliade, 1973: 158-159, Eliade, 1992: 83).

5.Bibliografía.

AAVV   1993: 
El Pensamiento Prefilosófico. I. Egipto y Mesopotamia.
México, ed. Fondo de Cultura Económica, trad. cast. de Eli de Gortari, 1993.

Eliade, Mircea   1973:
Mito y Realidad.
Madrid, ed. Guadarrama, trad. cast. de Luis Gil, 1973.

Eliade, Mircea   1978:
Historia de las creencias y de las ideas religiosas. I. De la prehistoria a los misterios   de Eleusis.
Madrid, ed. Cristiandad, trad. cast. de J. Valiente Malla, 1978.

Eliade, Mircea   1985:
El Mito del Eterno Retorno. Arquetipos y repeticiones.
Barcelona, ed. Planeta-De Agostini, trad. cast. de Ricardo Anaya, 1985.

Eliade, Mircea   1991:
El Mito del Buen Salvaje.
 Buenos Aires, ed. Almagesto, 1991. 

Eliade, Mircea   1992:
Lo Sagrado y lo Profano.
Barcelona, ed. Labor, trad. cast. de Luís Gil, 1992.

Eliade, Mircea   1994: 
Mito y Realidad.
Madrid, ed. Labor, trad. cast. de Luis Gil, 1994.

Eliade, M. y Couliano I. 1992:
Diccionario de las Religiones.
Barcelona, ed. Paidos, trad. cast. de Isidro Arias Pérez, 1992.

Frazer, James G.      1980:
La rama dorada. Magia y religión.
México, ed. Fondo de Cultura Económica, trad. cast. de Elizabeth y Tadeo I. Campuzano, 1980.

McNally, Raynond T. Y Florescu, Radu  1978: 
La Verdadera historia de Dracula.
Buenos Aires, ed. Editorial Rodolfo Alonso, trad. cast. de Dafne C. Sabanes de Plou, 1978.

Reinach, Salomon    1977:
Orfeo. Historia General de las Religiones.
Buenos Aires, ed. Ediciones Antonio Zamora, trad. cast. de Domingo Vaca, 1977.

Salvador, Andrés  y Zagert, Liliana  2001a:
Los sacrificios humanos y el sistema del mundo de las sociedades tradicionales (1).
Corrientes, ITGD, 2001.

Salvador, Andrés  y Zagert, Liliana  2001b:
Los sacrificios humanos y el sistema del mundo de las sociedades tradicionales (2).
Corrientes, ITGD, 2001.