Notas sobre Estado y Sociedad / 3
Andrés Salvador
Gracchus Babeuf Léonard Gallois, Histoire des journaux et des journalistes de la révolution française, Paris, Bureau de la Société de l'industrie fraternelle, 1846 http://fr.wikipedia.org/wiki/Fichier:Gracchus_Babeuf.jpg Ultima visita: 15/12/2011 |
En este trabajo se estudian las objeciones de que fue objeto la igualdad política o igualdad formal consagrada por la Revolución Francesa, el problema que supone la desigualdad material en relación a la libertad y las respuestas teóricas formuladas por el marxismo y el anarquismo; y que continua el examen de los conceptos de Estado y Sociedad que iniciamos en El estado y las Categorías Políticas Preestatales [ITGD, Corrientes, 2001], y La separación entre el Estado y la Sociedad y el desdoblamiento entre lo Publico y lo Privado [ITGD, Corrientes, 2001].
Libertad política y desigualdad social. El liberalismo cuyo triunfo marca la Revolución Francesa proclama el principio sagrado de la libertad pero esta libertad es un espejismo ya porque el libre juego de la competencia aplasta a quien no esta suficientemente armado para la lucha; ya porque la conservación de la propiedad privada, si bien garantiza la independencia de los poseedores, reduce a la dependencia y también a la esclavitud a los que nada poseen.
Antinomia casi insoluble, que grava pesadamente al liberalismo. La organización política reposa sobre los principios eternos de la libertad, la igualdad y la fraternidad, mientras que la vida social esta dominada por la esclavitud económica, la desigualdad social y la lucha de clases. «Se iba a transportar el cielo a la tierra», afirmo Hegel, a propósito dela Revolución Francesa. Desgraciadamente, este cielo que bajo la forma de Estado parecía desde entonces accesible a todos, no hacia sino poner aun mas de relieve las condiciones miserables de la vida social (Arvon, 1971: 15-16).
Antinomia casi insoluble, que grava pesadamente al liberalismo. La organización política reposa sobre los principios eternos de la libertad, la igualdad y la fraternidad, mientras que la vida social esta dominada por la esclavitud económica, la desigualdad social y la lucha de clases. «Se iba a transportar el cielo a la tierra», afirmo Hegel, a propósito de
La Conspiración de los Iguales. Surgirán entonces quienes exigirán que los principios reconocidos y aplicados en el dominio político gobiernen igualmente la Sociedad , que la libertad política se traduzca en la igualdad social, sin la cual no es mas que una burla (Arvon, 1971: 17).
Gracchus Babeuf, Le Tribun du peuple, 1795 http://fr.wikipedia.org/wiki/Fichier:Tribundupeuple.jpg Ultima visita: 15/12/2011 |
Así la Conspiración de los Iguales, que fuera dirigida por Babeuf afín de derribar el gobierno del Directorio (9-10 de Septiembre de 1795), expresa en su manifiesto que la igualdad decretada por la Revolución Francesa no es mas que «una bella y estéril ficción de la Ley». Sublevándose contra ella los conspiradores proponen sustituir la igualdad definida en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (es decir la igualdad política o igualdad formal) por la igualdad social (o igualdad real) [Arvon, 1971: 17; Touchard, 1979: 365; Peronnet, 1985: entrada Complot: 79-83 particularmente 82].
La conciliación de la libertad individual con la libertad de todos como problema en el mundo moderno. He aquí el problema fundamental del mundo moderno: ¿Como conciliar la libertad individual con la libertad de todos?. Problema arduo puesto que la igualdad social, que es la garantía de la libertad de todos, postula cierta limitación de la libertad individual, mientras que la igualdad política es inseparable de la plena libertad individual (Arvon, 1971:18).
La convicción de que el ciudadano no goza de libertad verdadera en una sociedad que no garantiza su vida material halla una ajustada exposición en «La cuestión Judía» de Marx; como ya vimos, el edificio armonioso del medioevo se descompuso en dos partes iguales: por un ladola Sociedad burguesa que proporciona un campo de actividad ilimitado a todos los individualismos y a todos los egoísmos; por el otro el Estado (Sociedad política), esfera del altruismo, puesto que en su seno los fines del individuo armonizan con los de la colectividad (Salvador, 2001).
La convicción de que el ciudadano no goza de libertad verdadera en una sociedad que no garantiza su vida material halla una ajustada exposición en «La cuestión Judía» de Marx; como ya vimos, el edificio armonioso del medioevo se descompuso en dos partes iguales: por un lado
Marx y su solución del problema. El concepto hegeliano de alienación le permite a Marx esclarecer el alcance y sentido de este dualismo. Dando por admitido que el hombre, por esencia es un ser social, Marx no puede ver en la realización teórica e ilusoria que el ideal social conoce en el marco del Estado sino una alienación de la esencia humana. Es precisamente porque el Estado mantiene cautivo el ideal social, que este falta tan cruelmente a la Sociedad (Arvon, 1971:19).
El dualismo Estado y Sociedad se hace transparente en la separación de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. ¿Cuales son en efecto los derechos específicos del hombre? La igualdad, la libertad, la seguridad, y la propiedad. La libertad, es el derecho del individuo limitado a si mismo, o sea la justificación del egoísmo; es en nombre de esta libertad que se le garantiza al hombre la posesión de una propiedad privada. La igualdad es el derecho que se reconoce a todos de llevar una vida aislada y egoísta. La seguridad, por fin, es la protección de que goza el egoísmo (Arvon, 1971:19).
Marx deduce de los lineamientos hegelianos de su demostración su solución. Puesto que según la dialéctica, toda escisión, toda alienación debe ir seguida de una reapropiación o reconciliación, Marx concluye a su vez la necesidad de reintegrar el Estado enla Sociedad y de «reconciliar» al ciudadano con el burgués. El ideal después de haberse separado de la realidad debe regresar a ella para animarla con su espíritu (Arvon, 1971:19-20).
Karl Marx (1875) http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Karl_Marx_001.jpg Ultima visita: 15/12/2011 |
El dualismo Estado y Sociedad se hace transparente en la separación de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. ¿Cuales son en efecto los derechos específicos del hombre? La igualdad, la libertad, la seguridad, y la propiedad. La libertad, es el derecho del individuo limitado a si mismo, o sea la justificación del egoísmo; es en nombre de esta libertad que se le garantiza al hombre la posesión de una propiedad privada. La igualdad es el derecho que se reconoce a todos de llevar una vida aislada y egoísta. La seguridad, por fin, es la protección de que goza el egoísmo (Arvon, 1971:19).
Marx deduce de los lineamientos hegelianos de su demostración su solución. Puesto que según la dialéctica, toda escisión, toda alienación debe ir seguida de una reapropiación o reconciliación, Marx concluye a su vez la necesidad de reintegrar el Estado en
Posición de los anarquistas. Ahora bien, también es posible pensar una segunda solución. En vez de superar la oposición y reconciliar los dos términos contrarios, se puede encarar el rechazo puro y simple del Estado y la reconstrucción de la Sociedad según principios extraestatales.
Esta es la posición que eligen los anarquistas. Este es el parentesco espiritual que une y el abismo que separa al socialismo y al anarquismo (Arvon, 1971: 20).
Mijaíl Alexándrovich Bakunin (1814-1876) http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Bakunin_Nadar.jpg Ultima visita: 21/01/2012 |
Esta es la posición que eligen los anarquistas. Este es el parentesco espiritual que une y el abismo que separa al socialismo y al anarquismo (Arvon, 1971: 20).
Bibliografía
Arvon, Henri 1971:
El Anarquismo.
El Anarquismo.
Buenos Aires, ed. Paidos, trad. cast. de María Teresa Cevasco, 1971.
Peronnet, Michel 1985:
Vocabulario básico de la revolución francesa.
Vocabulario básico de la revolución francesa.
Barcelona, ed. Critica, trad. cast. de Pablo Bordonava, 1985.
Salvador, Andres 2001:
La separación entre el estado y la sociedad y el desdoblamiento entre lo publico y lo privado.
La separación entre el estado y la sociedad y el desdoblamiento entre lo publico y lo privado.
Corrientes, ITGD, 2001.
Touchard, Jean 1979:
Historia de las ideas políticas.
Historia de las ideas políticas.
Madrid, ed. Tecnos, S.A. trad. cast. de J. Pradera 1979.