marzo 15, 2008

El poder de Agamenón y las causas de la expedición contra Troya en el libro I, capítulos 9 y 10 de la Historia de Tucidides

El poder de Agamenón y las causas de la expedición contra Troya en el libro I, capítulos  9 y 10 de la Historia de Tucidides
Materiales para el estudio de la teoría de la Ley y  la Justicia
del Mas Fuerte en la antigüedad clásica

 Andrés Salvador

1.Introducción.

En este trabajo examinamos el poder de Agamenón y las causas de la expedición contra Troya en el Libro I, capítulos  9 y 10 de la Historia de Tucídides, conforme lo propone Joaquín E. Meabe en Seminario sobre el derecho del Mas Fuerte en el Libro I de la Historia de Tucídides - Guía de trabajo nº1 (ITGD. Corrientes, 2001).

2. Antecedentes.

Interés de la figura de Agamenón para el estudio de la Teoría del Derecho del Mas Fuerte. Por su interés para  la Teoría del Derecho del Mas Fuerte, la figura de Agamenón  ha sido objeto de estudios realizados por Meabe [El contencioso entre Agamenón, Crises y Aquiles (ITGD. Corrientes, 1999), Agamenón y la demanda de Crises Ilíada  ! 8-147 (ITGD. Corrientes, 2001), La deshonra como causa de la disputa entre Agamenón y Crises Ilíada  ! 8-12 (ITGD. Corrientes, 2001), La unanimidad de los aqueos y el mandato de Agamenón Ilíada  ! 22-32 (ITGD. Corrientes, 2001)] y  Salvador [Las disputas entre Agamenón con Aquiles y Zeus con Poseidón, en la Ilíada de Homero (1) (ITGD. Corrientes, 2001), Las disputas entre Agamenón con Aquiles y Zeus con Poseidón, en la Ilíada de Homero (3) (ITGD. Corrientes, 2001)].

Estudios sobre el Derecho del Mas Fuerte en  la Historia de Tucídides. Del mayor valor para nuestro trabajo son los estudios de Meabe: El Derecho del Mas Fuerte en el Libro I de la Historia de Tucídides (ITGD. Corrientes, 2001) y El Derecho del Mas Fuerte y la relación entre amigos y enemigos en el Libro I de la Historia de Tucídides (ITGD. Corrientes, 2001).

3. Desarrollo.

El poder de Agamenón. Para Tucídides la fuerza de Agamenón se sostiene en su herencia y en su marina (I,9):

a. En su herencia: Tucídides muestra como la herencia que recibe Agamenón estaba dado por el mayor poder de los pelópidas hecho posible por: 

1. Posesión de riquezas: Según Tucídides Pélope, creo un gran poder debido a las muchas riquezas que trajo de Asia (I,9). 

2. Posesión de dominios: Los descendientes de Pélope reunieron después aun mayores dominios (I,9). 

3. Legitimidad del acceso de Atreo al poder real: A la legitimidad formal que explica el acceso de Atreo al trono, dado por el hecho de ser hermano de la madre de Euristeo, quien, al ausentarse, le confía el mando de Micenas y de su imperio a causa del parentesco, Tucídides une la legitimidad material en cuanto que los de Micenas deseaban que Atreo ocupe el trono (I,9). 

4. Reconocimiento de la capacidad de Atreo para el ejercicio del poder real: Tucídides advierte que se consideraba que Atreo tenia capacidad para el ejercicio del poder real (I,9). 

5. Conciliación del pueblo de Micenas y de otros territorios: Tucídides señala que se había conciliado al pueblo de Micenas y al de los territorios que gobernaba Euristeo (I,9). 

b. En su marina: En orden al contexto, la importancia de esta surge de la: 

1. Practica de la piratería: A esta se dedicaron los antiguos griegos y bárbaros del litoral y las islas bajo el mando de hombres poderosos que buscaban su propio provecho y medios de vida para los mas débiles (I,5). 

2. Posesión de una escuadra como medio de dominio y defensa: Al referirse a Minos, Tucídides muestra como la posesión de una escuadra le permite a este dominar el mar lo que hace posible la colonización de las islas, y defender la percepción de los tributos, limpiando el mar de piratas en la medida que pudo (I,4). 

Ahora bien, la escuadra de Agamenón:

1. Solventa por su número el liderazgo de Agamenón: La escuadra de Agamenón era la del mayor numero de naves, al punto de que presto algunas a los arcadios (I,9). En este punto Tucídides se remite a la Ilíada de Homero, en cuyo Canto Segundo en el denominado Catalogo de las Naves (B 494-759) se indica entre los grupos que forman la symmakhía de los Aqueos a los micenos, corintos e hiperesínes comandados por Agamenón con las mas numerosas y mejores tropas y 100 naves (B 569-580) (Meabe, 1999: 219)

2. Solventa su señorío sobre las islas: Si no hubiera tenido una escuadra no habría podido dominar otras islas que las vecinas a Argos situada en tierra firme, las cuales no serian muchas, mientras que en Homero se señala que es “señor de muchas islas” (I,9), aquí, nuevamente Tucídides se remite a la Ilíada de Homero, el pasaje de la herencia del cetro se encuentra en B 100-108 y el verso que cita es B 108.

Las modalidades de abordaje en relación a la temática del derecho y la justicia del mas fuerte en Historias I, 9-10. Si examinamos Historias I, 9-10 atendiendo a las dos modalidades de abordaje en relación a la temática del derecho y la justicia del mas fuerte que señala Meabe en este libro de Tucídides (Meabe, 2001a), podemos decir que:

A. Las reglas particulares que forman una especie de estándar tópico que vincula las prerrogativas con el ejercicio de la violencia física como modalidad primaria del derecho del mas fuerte que se registran y explican, en el texto están dadas por: 

1. La muerte de Euristeo en el Ática que permite que Atreo tome el poder real (I,9). 

2. El poder de Agamenón sustentado en su herencia y en su armada (I,9). 

3. El que los remeros eran a la vez guerreros (I,9). 

B. Los presupuestos o fundamentos que justifican normativamente la ley del mas fuerte y que se desagregan en dos tipos se presentan conforme al siguiente detalle: 

1. De acuerdo a Meabe (2001a) en Tucídides, el miedo, la necesidad de honra, y en ultimo termino el interés, provecho o conveniencia material forman un esquema tripartito de principios de sustentabilidad, primarios, irreductibles e inderivables del derecho del mas fuerte, que fundan cada una de las leyes especificas del mas fuerte en determinados rasgos o condiciones que proceden de la naturaleza con carácter irreductible y, al parecer, permanente. Ahora, en orden a esto, según Tucídides, Agamenón pudo reunir y llevar a termino la expedición, no tanto por complacencia de los participantes “como por miedo” (I,9). 

2. Según Meabe (Meabe, 2001a) en el libro I, se argumenta con arreglo a un numero limitado de presupuestos materiales puramente contingentes que se presentan como requisitos de funcionalidad ocasional del derecho del mas fuerte y que son, la potencia particular, que puede ser propia o adquirida, la superioridad numérica, y una necesaria experiencia de la violencia. Estos presupuestos se encuentran en los elementos que sostienen el poder de Agamenón:

a. En su herencia: Esta estaba compuesta por riquezas, dominios, legitimidad y, conciliación de los pueblos. Estos elementos suponen recursos y experiencia que informan un liderazgo que hace posible reunir la expedición y llevarla a termino (I,9), lo que se torna significativo cuando se tiene presente que Tucídides encuentra de que antes de la guerra de Troya, los griegos no hicieron nada en común al punto de no recibir ella entera ese nombre (Hélade) (I,3). Nuestro autor entiende que ello era debido a la debilidad y falta de relaciones de aquellos griegos entre si (I,3) [estos y otros caracteres se examinan en I,2]. Precisamente la posibilidad de agregar grupos heterogéneos que supone la conciliación de los pueblos, opera como elemento germinal de la symmakhía.

b. En su marina: Explica Tucídides que la expedición contra Troya es hecha por los griegos juntos, porque ya eran mas navegantes (I,3). En ella (la expedición) Agamenón solventa su liderazgo en la superioridad numérica, al ser su escuadra la mas numerosa (I,9).

Las causas de la expedición contra Troya en Historias I, 9-10. Del examen de Historias I, 9-10 resulta que la apreciación de Tucídides de que Agamenón organiza la expedición contra Troya porque era mas poderoso que sus contemporáneos y no porque los pretendientes de Helena, a cuyo frente fue, estuvieran obligados por el juramento prestado a Tindareo (I,9) se presenta con sus presupuestos y el miedo que generaba, como las causas de la expedición contra Troya. En este marco se debe atender al que los elementos que, según Tucídides, sostienen el poder de Agamenón, su herencia y su marina, encuentran en la symmakhía el mecanismo institucional de dominación que los reúne y torna funcionales (Meabe, 1999 y 2001b)[1].

4.Conclusiones.

Podemos concluir que :

1. El poder de Agamenón, se sostiene en su herencia y su marina, esta cirscuntancia, puede ser examinada atendiendo a las dos modalidades de abordaje en relación a la temática del derecho y la justicia del mas fuerte que señala Meabe en este libro de Tucídides (Meabe 2001a) lo que permite advertir la correspondencia entre esos elementos y las modalidades de abordaje. 

2. Para Tucídides, es el mayor poder de Agamenón lo que le permite organizar la expedición contra Troya. El ser mas poderoso que sus contemporáneos y el miedo que estos le tenían le permite reunir a los griegos en una empresa común., de este modo, el poder y sus presupuestos (herencia y marina) y el miedo que genera se presentan como las causa de la expedición. 

3. El mecanismo institucional de dominación que reúne y torna funcionales los elementos que sostienen el poder de Agamenón, su herencia y su marina, es el de la symmakhía.

5.Bibliografía.

Homero   1995:  
Ilíada.
Barcelona, ed. Editorial Planeta-DeAgostini, trad. cast. de Emilio Crespo Güemes,1995.

Meabe, Joaquín E.   1999:  
La symmakhía  de los Aqueos de la Ilíada.
Corrientes, Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, Eudene, V. I, pp.217-220, 1999.

Meabe, Joaquín E.   2001a:  
El Derecho del Mas Fuerte en el Libro I de la Historia de Tucídides
ITGD. Corrientes, 2001.

Meabe, Joaquín E.   2001b:  
El Derecho del Mas Fuerte y la relación entre amigos y enemigos en el Libro I de la Historia de Tucídides
ITGD. Corrientes, 2001.

Tucídides   1984:  
Historia de la guerra del Peloponeso.
Madrid, ed. Hernando, 3 vols., trad. cast. de F. Rodríguez Adrados, 1984



[1] Véanse también los trabajos de Meabe: Rasgos de la estratificación en la symmakhía de los Aqueos de la Ilíada (Corrientes, Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, Eudene,V. I, pp.221-223, 1999), Rasgos de las jefaturas en la symmakhia de los Aqueos de la Ilíada (Corrientes, Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, Eudene,V. I, pp.224-226, 1999) y Staatfragmente y symmakhía (Corrientes, Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, Eudene,V. I, pp.227-230, 1999).

marzo 01, 2008

Desnudo e inocencia

Desnudo e inocencia
Notas sobre el pensamiento simbólico 

 Andrés Salvador

Marie-Madeleine au désert
Emmanuel Benner (s. XIX)
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Emmanuel_Benner,_Marie-Madeleine_au_d%C3%A9sert_(_Mus%C3%A9e_d%27art_moderne_et_contemporain,_Strasbourg_).JPG
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1. Introducción

El propósito de este trabajo es el de reunir algunos elementos que permitan el examen de los fundamentos de la persistente asociación entre desnudez e inocencia en la cultura occidental.

2. Antecedentes

Persistencia de la asociación entre desnudez e inocencia. En un reportaje las integrantes[1] de un staff de profesionales del bikini open y strippers, comentan a propósito de su actividad:

“A cualquiera le gusta sentirse deseada, gustada”, coinciden y agregan: “Somos bailarinas y no hacemos cosas pecaminosas mal. Adán y Eva vinieron al mundo desnudos y no hay nada mas lindo que estar despojados. Si estamos desnudas, somos puras”.

El argumento empleado muestra la persistencia en el mundo moderno de la asociación entre desnudez e inocencia de raíz religiosa.

3. Desarrollo

La desnudez paradisíaca. En relación a la condición del hombre en el paraíso, en Génesis 2,25 leemos que en el:

Estaban los dos desnudos, el Hombre
y su mujer, sin avergonzarse uno de
otro.

 
Adán y Eva
Albrecht Dürer (s. XVI)
http://en.wikipedia.org/wiki/File:Albrecht_D%C3%BCrer_002.jpg
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La perdida de la condición paradisíaca por el hombre y el cubrimiento del cuerpo. La trasgresión del mandato divino de no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal [Gén. 2,16] se  traduce en Gén. 3,7 en el ocultamiento del cuerpo:

         Entonces se abrieron sus ojos
y conocieron que estaban desnudos;
cocieron unas hojas de higuera y se
 hicieron cinturones.

La advertencia de la propia desnudez por Adán, descubre a  Dios, en Gén. 3,9-11 la transgresión:

                                   Pero Yavé Dios
llamó al Hombre, diciéndole: “¿Dónde
estás?” Y éste respondió: “He oído
tus pasos por el jardín y, temeroso,
porque estaba desnudo, me he ocultado.”
Yavé dios prosiguió: “¿Quién te
ha hecho saber que estabas desnudo?
¿No habrás comido del árbol del que
te prohibí comer?”


La transgresión lleva a la perdida del paraíso [Gén. 3,23], pero antes, en Gén. 3,21 leemos que:

                 Yavé Dios hizo al hombre y a
su mujer unas túnicas de piel y los vistió.

De este modo, el cubrir el cuerpo en la tradición occidental quedó asociado a la perdida de la condición paradisíaca por el hombre.



La expulsión de Adán y Eva del paraíso terrenal
Tommaso di ser Giovanni di Mone Cassai llamado Masaccio (s. XV)
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Masaccio_025.jpg
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En este sentido, la doctrina católica enseña que conviene cubrir el cuerpo para que no sirva de ocasión de pecado, y ello porque, si bien, el cuerpo humano como toda criatura de Dios es bueno, como consecuencia del pecado original, la humanidad se halla en estado de naturaleza caída lo que ha llevado al desarreglo de los instintos (Castro Mayer, 1959: 95-97).

Perfección de los orígenes y nostalgia del Paraíso. Señala Mircea Eliade que en el hombre religioso es la nostalgia de la perfección de los orígenes lo que explica en gran parte el retorno periódico <<in illo tempore>> [que se reactualiza ritualmente (Eliade, 1992: 73)], y aunque el contexto religioso e ideológico de las culturas primitivas sea otro que el judeo-cristiano, podría decirse, en términos cristianos, que se trata de una  <<nostalgia del Paraíso>>  que se corresponde el deseo de vivir en la presencia divina y en un mundo perfecto (Eliade, 1992: 82).

Modelo paradisíaco de la desnudez ritual. La desnudez ritual equivale a la integridad y a la plenitud; el <<Paraíso>> implica la ausencia de <<vestidos>>, es decir, ausencia de <<desgaste>> (imagen arquetípica del Tiempo). Toda desnudez ritual implica un modelo intemporal, una imagen paradisíaca (Eliade, 1992: 117).



Bautismo de Jesus
Giotto di Bondone (s. XIII-XIV)
http://en.wikipedia.org/wiki/File:Jesus_bapt.jpg
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Desnudez bautismal y retorno a la inocencia. Explica Eliade, que la desnudez bautismal, comporta una significación ritual y metafísica a la vez: es el abandono del <<viejo vestido de corrupción y de pecado del cual el bautizado se despoja, siguiendo a Cristo, ese vestido con que se había revestido Adán después del pecado>>, pero también significa el retorno a la primitiva inocencia, a la condición de Adán antes de la caída (Eliade, 1992: 116). Escribe San Cirilo de Jerusalén[2]:

¡Que cosa maravillosa! Ustedes estaban desnudos delante de la mirada de todos y no tenían vergüenza. En realidad llevaban  la imagen del primer hombre Adán, que estaba desnudo en el Paraíso y no sentía vergüenza (Gn. 2,25).

Adviértase que el simbolismo de la desnudez bautismal no es privilegio exclusivo de la tradición judeo-cristiana (Eliade, 1992: 117).

La desnudez como expresión de la inocencia en la historia del cristianismo. Paul Ableman señala que:

“[...] la ambigua condición del cuerpo llegó incluso a incorporarse al cristianismo, ya que, mientras por lo general los teólogos cristianos siempre han preconizado, a menudo hasta extremos obsesivos, el pudor y la ocultación, también es cierto que la tradición de inocencia asociada a la historia de Adán y Eva, contada en el Génesis, siempre ha abierto una puerta que permite la reaparición del cuerpo. Así vemos que, mientras era normal que las muchachas educadas en conventos fueran obligadas a bañarse con una túnica puesta, no fuera que la visión de su propio cuerpo las inflamara y, con ello, llegaran a dar un disgusto a sus celestiales protectores, ciertas sectas cristianas adoptaron una desafiante desnudez para poner de relieve su auténtica y fundamentalista pureza. La más reciente de estas sectas ha sido la de los doukhobors, que en su origen fue un grupo ruso fundado en la primera mitad del siglo XVIII. Debido a que eran pacifistas y rechazaban todo género de autoridad exterior, los doukhobors tenían constantes problemas con las autoridades. Después de haber sido perseguidos en Rusia durante un siglo, unos setecientos miembros de esta secta emigraron al Canadá, en 1899, animados por la esperanza de encontrar allí la libertad precisa para vivir a su aire. Pero en el Canadá las autoridades se empeñaron en educar a los hijos de estos inmigrantes y, también, en hacerles pagar impuestos. Los doukhobors pasaron a la contraofensiva, por el medio de manifestarse desnudos ante aquellos a quienes consideraban sus perseguidores. Muchos de ellos fueron detenidos. Hasta hace muy poco han continuado las manifestaciones públicas en estado de desnudez, pero parece que los doukhobors se están incorporando lentamente al estilo de vida canadiense.

Doukhobors marchan desnudos en Langham, Saskatchewan, Canadá (1903). Imagen publicada en 1914 en Alienist and Neurologist journal, Volumen XXXV, con el subrayado: "Duckhobors buscan a Cristo en Canadá en invierno"


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En el siglo XV, los picard, de Flandes, asistían desnudos a los actos de culto y reverenciaban el cuerpo, y antes que ellos los adamitas, de Bohemia, considerados herejes y exterminados por Juan Zizka, en 1421, no sólo iban desnudos para simbolizar la inocencia de Adán, sino que también practicaban el amor libre, para liberar la carne. Predicaban que la desnudez era esencial para la verdadera pureza y para la restauración de la pureza imperante antes de la Caída. Los hombres y las mujeres vivían comunitariamente, en promiscuos grupos. La aniquilación de los adamitas fue en parte el resultado de acusaciones, formuladas por más ortodoxos cristianos, en el sentido de que mataban y aterrorizaban a aquellos que se negaban a formar parte de su grupo. Pero acusaciones así casi siempre suelen ser resultado de la envidia y no de la verdad.” [Ableman, 1984: 50-51].


4. Bibliografía

Ableman, Paul   1984:         
Anatomía de la desnudez.
Buenos Aires, ed. Sudamericana/Planeta, trad. cast. de  A. B. V., 1984.

Castro Mayer, A.   1959:
Problemas del Apostolado Moderno.
Buenos Aires, ed. Librería Católica Acción, 1959.

Eliade, Mircea   1992:        
Lo sagrado y lo profano.
Barcelona, ed. Labor, trad. cast. de Luis Gil, 1992.

Martín Nieto, E.   1964:        
La Santa Biblia.
Buenos Aires, ed. Paulinas, 1964.

5. Notas.


[1] Romina Jouán, Débora Colordo, Jésica Cusnier, Vanina Verdún Peña, Nívea Vieira, Virginia Laura Gómez y Martha Aragón en  Pereyra, Adela. “Es un laburo: si estamos desnudas, somos puras”. Ahora [pp.30-31 particularmente p.31] distribuida con Crónica. Bs.As., Domingo 11 de Febrero de 2001, incluida en El Libertador, Corrientes, Domingo 11 de febrero de 2001.

[2] El texto también es citado por Eliade [1992: 116] si bien nosotros lo tomamos de San Cirilo de Jerusalén. Mistagógica II - El bautismo (2) en Catequesis, Ediciones Paulinas, Buenos Aires, 1985, Orígenes Cristianos 2, traducción directa del griego de Luis H. Rivas, pp. 294-297 particularmente p. 295.